¿Por qué cada 19 de septiembre hay terremotos en México?

Transcurrida menos de una hora en la que se activaba la maniobra de ilusión de la alarma sísmica, el terremoto, esta vez real, aparecía por azar para escandalizar nuevamente a los mexicanos. La extrema magnitud se situó en 7,7 en la escala de Richter con el epicentro localizado a 59 kilómetros al sur de Coalcomán, en el estado de Michoacán en la Costa del Pacífico, a 10 kilómetros de profundidad y al oeste de Ciudad de México donde se sintió asaz fuerte.

En esta ocasión, pese a la intensidad, se ha informado de al menos dos muertos. El primer fallecido fue por la caída de una repisa de una tienda que impactó sobre los hombros de la víctima en Manzanillo (Colima). Si el simulacro se llevó a cabo a las 12:19 horas, ante el estupor de la ciudadanía pasadas la 13:05 se habrían detectado 271 réplicas del temblor. La segunda persona fallecida, anunciada por la Protección Civil de Colima, se había quedado atrapada el centro comercial de Punto Bahía, donde el techo de un gimnasio ha colapsado tras el sismo. «Se confirma que la persona que quedó atrapada en Plaza Punto Bahía, lamentablemente fue localizada sin vida. En este momento el personal se encuentra realizando trabajos para recuperar a la víctima», ha detallado la Protección Civil en un comunicado.

Noticia Relacionada

México registra un terremoto de magnitud 7,4 en el aniversario de los devastadores sismos de 1985 y 2017

S.S.

Las autoridades locales no han reportado, de momento, ningún tipo de daños

Las tristes coincidencias se solapan como los familiares de 16 menores, junto a allegados de otros siete fallecidos, que se encontraban en el mismo momento del temblor guardando un minuto de silencio por las víctimas del colegio Rébsamen en la capital. La incertidumbre por otra desgracia ha provocado numerosos ataques de pánico en gran parte de la población.

La mayor réplica obtuvo un 5,4 acaecida al sur de Tecomán, en Colima, el estado vecino de Michoacán. En Manzanillo se desprendió el techo de un gimnasio, la carretera se vio afectada por desprendimientos y la presa de Las Trojes apareció con grietas. Impresionaba ver a enfermos de avanzada edad en el exterior del hospital de Maruata al desprenderse una de sus paredes.

Pero, ¿por qué hoy sólo hay dos muertos frente los más de 369 de 2017 si el sismo de 2022 ha superado en hasta seis décimas al de hace cinco años? La respuesta radica en que un terremoto contiene todo tipo de ondas sísmicas que se propagan en mil direcciones.

La geografía de México está en constante movimiento protagonizando una de las mayores zonas sísmicas del mundo. El epicentro se caracteriza por las ondas verticales, denominadas trepidatorias, debido a la fuerza ejercida por el suelo tectónico aumentando en esa zona. Las más alejadas suelen ser horizontales y se conocen como oscilatorias. No obstante, la intensidad o el daño provocado surten por tres efectos: la distancia del foco, el tipo de subsuelo y la duración del evento cuyo medidor variará de I a XII en la llamada medida Mercalli Modificada.

El grupo de élite, los 'topos' mexicanos, son un grupo de rescate que ya han trabajado en desastres en Estados Unidos con intervenciones como el desescombro en la tragedia de las Torres Gemelas en el 2001 o la última en el edificio Surfside, situado en una privilegiada área de Miami-Dade, en la que perecieron 98 personas sepultadas.

'Los topos' comenzó como un grupo de voluntarios de búsqueda en el terremoto que asoló México en 1985 como valiente respuesta a la dejación del Gobierno en la zona obrera de Tlatelolco. Han arriesgado su vida en Haití, Nepal y Filipinas, sin embargo, lo que les otorgó fama mundial fue el sismo vivido en Ciudad de México en 2017 que dejó patente su intrépida labor ante cientos de personas en edificios derrumbados.

El último terremoto que se ha sentido con fuerza en hasta 11 entidades federativas de México podría haber resultado funesto por la alerta de un posible tsunami  en la Costa del Pacífico mexicana. Hasta 124 centímetros incrementó el nivel del mar con un epicentro originado cerca del mar. Despejada la alerta se esperaba un fuerte oleaje entretanto Protección Civil de Colima imploraba despejar las playas.

Entretanto, los memes se sucedían como la supuesta invitación de un programa de Gobierno en que se leía «como cada 19 septiembre ven a vivir la experiencia de un temblor real» o «con el PRI temblaba más» que ilustraba una foto de López Obrador.

Lo cierto, es que el aniversario de los temblores coloca a septiembre en el punto de mira al que hay que añadir uno de 8,2 el 7 de septiembre de 2017 y otro de 7,1 el mismo día del año pasado. Por ahora, las dos fechas concretas en las que el suelo telúrico tiembla, sin una evidencia científica que lo respalde, ha dado lugar que los expertos sismólogos cuestionen la casualidad: «La coincidencia de las fechas de los terremotos del 19 de septiembre merece abrir nuevas líneas de investigación científica».