Un terremoto en China deja al menos 66 fallecidos

El seísmo de magnitud 6,8 comenzó a las 12:52 (hora local) del lunes, con epicentro en los alrededores del condado de Luding, a unos 260 kilómetros de Chengdu. La mayor parte de los decesos se concentran en dos escenarios próximos: un hotel rural y una filial de la Academia China de Ciencias Sociales, cuyo observatorio colapsó a causa del temblor.

Unos 50.000 residentes han sido evacuados. 13.000 viviendas tienen daños estructurales y 240 se han derrumbado. Las autoridades han desplazado a la zona a más de 6.500 efectivos médicos y de rescate. Una de sus prioridades consiste en alcanzar el Parque Geológico Nacional de Hailuoguo, una popular atracción turística cuya única carretera de acceso ha quedado cortada, imposibilitando la salida del recinto de unas 200 personas.

La caída de las temperaturas —que en los próximos días dejarán mínimas de 12 grados tras situarse todo el verano alrededor de 40— y la llegada inminente de las precipitaciones esperadas durante semanas representan ahora un problema, ante la posibilidad de deslizamientos de tierra que agraven los daños y compliquen las labores de salvamento. Las autoridades evalúan los riesgos para la infraestructura local, en particular presas y ríos, tras más de diez réplicas de magnitud entre 3 y 4,2.

El líder chino Xi Jinping ha ordenado «esforzarse a fondo en el rescate», enfatizando que «salvar vidas debe suponer el objetivo principal». Una proclama que escapa al sentido común solo en China, donde toda actividad enfrenta el obstáculo de la política de Covid-cero, la cual mantiene al país sometido al virus sin fin a la vista.

En Chengdu, por ejemplo, algunos residentes de zonas catalogadas como de «medio o alto riesgo» pandémico no pudieron evacuar sus apartamentos al encontrar selladas las puertas. El tabloide 'Global Times' recoge las declaraciones de un hombre llamado Tang, quien narra cómo, al sentir el temblor, salió corriendo al exterior aunque sin dejar de «portar una mascarilla para prevenir la covid».

Sichuan registra habitualmente movimientos sísmicos dada su proximidad con la meseta tibetana. El del lunes es el más intenso en un lustro, aunque no el más destructivo. En 2008, un seísmo de magnitud 8 golpeó el condado de Wenchuan, acabando con la vida de casi 70.000 personas.