Reino Unido prohibirá los teléfonos móviles en los colegios

Fuentes de Downing Street confirmaron que se emitirán nuevas directrices al respecto a todos los centros educativos del país, en un intento por ponerle freno a situaciones que para muchos profesores se han vuelto incontrolables. Para la Unesco, hay suficiente evidencia de que el uso excesivo de teléfonos móviles está relacionado con un rendimiento escolar más bajo y que la gran cantidad de tiempo que pasan los menores frente a la pantalla tiene un efecto negativo en su estabilidad emocional.

La responsable de Educación británica está de acuerdo con esta premisa y considera que los móviles «representan un serio desafío en términos de distracción, comportamiento disruptivo e intimidación», explicaron las fuentes, que apuntaron que este es actualmente «uno de los mayores problemas con los que tienen que lidiar los estudiantes y los profesores, por lo que establecerá un camino a seguir para capacitar a los profesores para que prohíban los teléfonos móviles en las aulas».

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Algunos colegios ya se adelantaron a la medida, prohibiendo su uso ya sea durante las horas lectivas o durante toda la jornada, incluyendo los recreos, e incluso obligando a los menores a dejar los dispositivos, al llegar al colegio, en un lugar específicamente habilitado para que no tengan acceso a los móviles. Ahora la restricción será generalizada.

La política cuenta con el apoyo de los pesos pesados del Partido Conservador, como el ministro de Finanzas, Jeremy Hunt, quien este lunes consideró que la decisión es «correcta» en declaraciones a la cadena LBC desde el congreso de la formación en Manchester. «Estoy totalmente de acuerdo con esto. Es lo correcto académicamente pero también lo correcto socialmente, porque en el colegio es donde se forman las amistades más cercanas y profundas y no puedes hacerlo si estás distraído con un teléfono», dijo, tras reconocer que, como padre, es «una pesadilla» separar a sus propios hijos de las pantallas.

El exministro de Educación Gavin Williamson también consideró en el 2021 prohibir los dispositivos inteligentes en los centros educativos, ya que, como expresó en aquel momento, «no sólo distraen, sino que, cuando se usan mal o en exceso, pueden tener un efecto perjudicial en la salud mental y el bienestar de los alumnos». «Para que podamos ayudar a los estudiantes a superar los desafíos de la pandemia y aumentar las oportunidades para todos los jóvenes, debemos asegurarnos de que puedan beneficiarse de aulas tranquilas que los ayuden a prosperar», expresó entonces, pero su sucesor paralizó la medida tras la negativa de los sindicatos, que siguen sin apoyar la idea y han acusado a Keegan de querer «desviar la atención» de los «verdaderos desafíos» que enfrentan los centros.

Es el caso del secretario general de la Asociación de Líderes Escolares y Universitarios, Geoff Barton, quien dijo a la BBC que la mayoría de los colegios ya prohíben el uso de teléfonos móviles durante la jornada escolar o tienen «reglas estrictas que restringen su uso a circunstancias específicas», mientras que Patrick Roach, secretario general de Nasuwt, consideró que una prohibición general es «inaplicable» y que además «empeoraría la crisis de comportamiento, no la mejoraría».