Las 'raves' de Nochevieja: una tradicional fiesta ilegal que cambia cada año de lugar

Aplicaciones como WhatsApp y Telegram han facilitado mucho el trabajo, pero estas raves se celebraban antes incluso de que existieran las aplicaciones de mensajería: en 2009, por ejemplo, la bacanal celebrada en una antigua cementera de Buñol (Valencia) se anunciaba en foros de internet, en donde se indicaban los «disc jockeys» –españoles y extranjeros– que 'pincharían' la música y se daban tres teléfonos móviles (según se quisiera hablar en español, inglés o francés): la información del lugar escogido nunca se ofrecía por escrito. «Guárdala para ti y tus amigos», apuntaba el anuncio. Eso sí, también se daban indicaciones de buenas prácticas: se exhortaba a aparcar «adecuadamente», a respetar el entorno o a cuidar del perro si se decidía llevarlo a la 'rave'.

Con cinco días de duración, hasta ahora la fiesta de 2015, organizada por un ciudadano italiano, en el aeródromo de Benagéber (Valencia) ostentaba el título de una de las 'raves' más largas en España. Acabó en tragedia, con la muerte de un conductor de grúa que fue embestido por otro conductor, que dio positivo en drogas. De hecho, tras la fiesta, a la que asistieron entre 3.000 y 4.000 jóvenes, se realizaron numerosos controles de droga y más del 60 por ciento de las personas dieron positivo.

Este 2023, el pueblo de La Peza, al norte de la provincia de Granada, está inmersa en una sorpresiva rave ilegal por la que han pasado ya más de 5.000 personas desde el pasado 30 de diciembre. Después de cinco días, los organizadores avisan: no se irán, al menos, hasta el viernes.