Los Mossos desalojan la «rave» de Llinars tras 40 horas de fiesta sin control

Agentes de los Mossos acordonaron desde hacía horas la zona, aunque la « free party » seguía sin control a primera hora de la mañana y algunos asistentes afirmaban al abandonar el recinto poco antes de que interviniese la policía que ningún agente les había pedido identificarse ni les habían multado. Los Mossos, por contra, aseguraron haber identificado a todos los asistentes, a los que se multará por la vía administrativa con multas que pueden llegar hasta los 3.000 euros

Hay dos detenidos (una ciudadana holandesa de 29 años y otro hombre español de Tarragona de 22) , así como 215 identificados de nacionalidad española (100), francesa (35), italiana (10), andorrana (3), austriaca, holandesa y luxemburguesa. Los Mossos han intervenido los equipos de sonido y material de la fiesta, y organizaron un dispositivo para identificar a los participantes y practicar tests de alcoholemia y drogas a los que se fueron conduciendo.

Los arrestados afrontan una sanción que puede ascender hasta los 600.000 euros , de acuerdo con el decreto ley aprobado por el Govern sobre el régimen sancionador que regula la tipología de las infracciones que contravienen la normativa.

Una vez los Mossos han entrado en la nave, apenas quedaban varias decenas de los participantes. Se han producido momentos de tensión por un dispositivo liderado por los máximos responsables de la Policía Autonómica. Según ha trascendido, los organizadores habrían colocado piedras de grandes dimensiones en los accesos para impedir la llegada de los coches policiales. Ha sido necesario el uso de una excavadora para retirarlos.

La Policía Autonómica había pedido a la consejería de Salud de la Generalitat de Cataluña un protocolo a seguir con los cerca de 150 asistentes que continuaban con la «rave», una petición que había generado cierta controversia interna en el seno del Govern. Desde ERC, que pilota la consejería de Salud, se entendía que Interior, en manos de Junts, eludía su responsabilidad.

El director general de los Mossos d'Esquadra, Pere Ferrer, ha asegurado este mediodía en el lugar de los hechos que la policía no ha desalojado antes la fiesta ilegal porque se trataba de una actuación "muy compleja" que debía realizarse con plenas garantías. Con el grueso de los agentes concentrado en el operativo de fin de año, y con dos comarcas, la Cerdaña y el Ripollés, con confinamiento perimetral, el director de los Mossos ha venido a reconocer que no contaban con suficientes agentes. "Había que planificar un dispositivo con cara y ojos para que de aquí no se fuera nadie sin pagar su responsabilidad", ha subrayado.

Los Mossos d'Esquadra recibieron el primer aviso de esta fiesta ilegal la noche de este jueves debido al colapso de turismos, furgonetas y autocaravanas en la carretera C-251 a Llinars para acceder a la nave. La Policía descartó desalojarles de forma inmediata, según indicó, para no provocar «daños mayores a los que se quieren evitar», y explicaron que se trata de la intervención habitual en este tipo de situaciones.