El Papa se reúne con miles de abuelos y nietos y pide trabajar para que ningún anciano tema que lo abandonen en un asilo

Como muchos de ellos, Francisco no ha ocultado los achaques y ha llegado caminando con pasos cortos y ayudado de un bastón. Ha apreciado que quisieran escucharlo «juntos», pues «solo estando juntos nos hacemos más humanos».

«Nuestra sociedad está llena de personas especializadas en muchas cosas, hay conocimientos y medios útiles para todos. Pero si no se comparten, si cada uno piensa sólo en sí mismo, toda esa riqueza se pierde y se convierte en un empobrecimiento de la humanidad. Este es un gran peligro de nuestro tiempo: la pobreza de la fragmentación y del egoísmo», les ha recordado.

Dirigiéndose sobre todo a los nietos, Francisco les ha avisado de falsos consejos como el de «piensa en ti mismo», o «no necesites a nadie». «Son falsedades, se engaña a la gente haciéndole creer que es bueno no depender de los demás y vivir como islas, pues se trata de actitudes que crean mucha soledad», ha explicado.

Ha añadido que esto ocurre cuando «a causa de la cultura del descarte, se deja solos a los ancianos y tienen que pasar los últimos años de su vida lejos de su casa y de sus seres queridos». «Pensemos un momento: ¿nos gusta esto?», les ha desafiado. «Los ancianos no pueden ser dejados de lado, deben estar con sus familias, en comunidad, con el cariño de todos. Y si no pueden estar con sus familias, debemos ir a visitarles y estar cerca de ellos», ha explicado.

«Es mucho mejor un mundo en el que nadie tenga miedo a acabar sus días solo y abandonado», ha remarcado. Les ha propuesto trabajar para hacerlo posible «no sólo elaborando programas de asistencia a los ancianos, sino con proyectos de existencia diferentes, en los que el paso de los años no se considere una pérdida que estropea a alguien, sino un bien que crece y enriquece a todos».

«Queridos nietos, vuestros abuelos son la memoria de un mundo sin memoria, y cuando una sociedad pierde la memoria, no tiene futuro», ha insistido. El Papa ha comentado algunas cosas que aprendió directamente de sus abuelos, como las oraciones que le enseñó su abuela o las historias del frente italiano en la I Guerra Mundial que le contaba su abuelo.

«Por vuestro propio bien, buscad a vuestros abuelos y no los marginéis», les ha rogado. El Papa ha recordado una anécdota que le ocurrió durante una visita a una casa de reposo en Buenos Aires. «Había una anciana y yo le pregunté '¿Cuántos hijos tiene?'. Me respondió el número. «¿Y vienen?», le insistí. «Sí, sí, vienen», dijo. Cuando me estaba marchando, la enfermera me comentó: «¡Qué buena es esta mujer!, ¡cómo encubre a los hijos! Vienen sólo dos veces al año, ni una más».

Según el Papa, este gesto muestra que «los abuelos son generosos, saben encubrir las cosas feas». «Por favor, buscad a vuestros ancianos, no los marginéis», les ha despedido.

Por otro lado, este sábado el Papa ha mencionado la situación de la «España vacía». Ha sido durante un encuentro con el obispo de Burgos, Mario Iceta y con seminaristas de esta diócesis. «Ustedes se están formando en un lugar del mundo (con una situación) que tal vez para muchos fuese impensable», les ha dicho el Papa. «Una tierra rica de historia y tradición, de gentes recias 'por el clima y las costumbres', pero que ahora ustedes definen como 'la España vaciada'».

Entre bromas, Francisco ha recordado unos versos del Cantar del Mío Cid y ha mencionado que visitó Burgos en los años 70. «Recuerdo bien Burgos», ha asegurado.