El Papa clama: «Basta con la guerra, basta con los ataques, basta con la violencia»

Francisco, con voz un poco débil y aspecto cansado, ha recordado que «nadie puede amenazar la existencia de ningún otro«, en referencia a las amenazas contra la existencia de Israel.

Además, ha solicitado a «todas las naciones» que tomen partido «a favor de la paz» y que «ayuden a israelíes y palestinos a vivir en dos estados, uno al lado del otro, en seguridad». Según el Papa, se trata de un «profundo y lícito deseo y es su derecho». «Dos estados, uno junto al otro«, ha repetido.

Además, el Papa ha augurado «que se llegue pronto a un alto el fuego en Gaza y que se recorra con determinación el camino de la negociación«. Ha solicitado »que se ayude a esa población precipitada en una catástrofe humanitaria y que se liberen los rehenes capturados hace unos meses«.

«¡Cuánto sufrimiento! Recemos por la paz. Basta con la guerra, basta con los ataques, basta con la violencia. Sí al diálogo y a la paz», ha concluido.

Francisco también ha convocado de nuevo a los niños de todo el mundo a una Jornada Mundial de los Niños, prevista en Roma para el 25 y 26 de mayo. «Invito a todos a acompañar con la oración la preparación de este importante encuentro», ha asegurado. «A vosotros niños y niñas os digo que os espero. Espero a todos. Necesitamos vuestra alegría y vuestro deseo de un mundo mejor, un mundo en paz».

El Vaticano lleva meses preparando este inminente encuentro. Durante dos días, el último fin de semana de mayo, niños de todo el mundo participarán en Roma y en el Vaticano en una reunión mundial, que incluirá un encuentro en el Estadio Olímpico de la Ciudad Eterna.

«Vamos a rezar por los niños que sufren por las guerras, hay muchos, en Ucrania, en Palestina, en Israel, en otras partes del mundo, como en Myanmar. Recemos por ellos y por la paz«, ha propuesto este domingo el Papa.

Durante su breve homilía antes de la oración, el Papa ha pedido a los católicos que no tengan reparos a hablar de su propia fe. «Cada día nos bombardean con mil mensajes, muchos superficiales e inútiles, otros revelan una curiosidad indiscreta o, peor aún, nacen de chismes y malicia. Son noticias que no sirven para nada, es más, hacen daño. Pero también hay noticias hermosas, positivas y constructivas, y todos sabemos lo bien que sienta escuchar cosas buenas y cómo nos sentimos mejor cuando eso ocurre», ha explicado.

Según el Papa, «es bueno compartir las cosas que, en lo bueno y en lo malo, han tocado nuestra vida, de modo que podamos ayudar a los demás». Pero «paradójicamente nos cuesta hablar de lo más bonito que tenemos que contar», ha dicho en referencia a la experiencia de percibir a Dios en la propia vida.

Se trata de recordar «las inspiraciones buenas que nos han orientado en la vida, los pensamientos y de los sentimientos que surgen cuando nos hallamos cerca de Dios, y los esfuerzos y las fatigas que hacemos para entender y para progresar en el camino de la fe, también para arrepentirnos y volver sobre nuestros pasos».