El Papa aterriza en Sudán del Sur: «Basta ya. Que el país no se convierta en un cementerio»
Grupos rebeldes impiden aplicar los acuerdos de paz firmados en 2020 y el país vive sumido en el caos
Sudán del Sur es el país más joven del mundo, el segundo en el ranking de corrupción y el cuarto en el de violencia
Corresponsal en el Vaticano
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Iniciar sesiónEl Papa aterrizó a primera hora de la tarde de este viernes en Sudán del Sur, el país más joven del mundo, segundo en el ranking de corrupción y cuarto en el de violencia, y se convirtió en el primer Pontífice que visita este ... joven Estado. El país de mayoría cristiana obtuvo su independencia en 2011, y dos años más tarde se vio sumergido en una guerra civil que sigue coleando, tras 400 mil fallecidos y 4 millones de desplazados.
En un inédito gesto ecuménico, Francisco viaja acompañado del líder de la Iglesia anglicana, el arzobispo de Canterbury Justin Welby, y el moderador de la asamblea general de la Iglesia de Escocia, el pastor Iain Greenshields. En abril de 2019, el Papa, Welby y el predecesor de Greenshields predicaron un inédito retiro espiritual en el Vaticano para los responsables de la guerra civil sudsudanesa, invitándoles a cultivar la paz. Allí Francisco les besó los pies para invitarles a la responsabilidad con su pueblo.
Aunque el Gobierno y los rebeldes firmaron un acuerdo de paz meses después, en 2020, aún hay milicias que no están de acuerdo, e impiden su aplicación.
La población sabe que en estos tres días en los que el Papa y 70 periodistas internacionales estarán en el país se juegan su futuro. «Queremos la paz, queremos la paz», coreaban decenas de miles de personas agolpadas a los lados de carreteras llenas de arena, tras horas esperando para ver pasar el coche del Papa desde el aeropuerto de Yuba hasta el palacio presidencial. «Paz para nuestros hijos», hizo eco una mujer.
Como gesto de buena voluntad, en su primer discurso ante el Papa, el presidente Salva Kiir Mayardit, ataviado con su característico sombrero, anunció que retomará los diálogos de paz organizados en Roma por el movimiento católico la Comunidad de San Egidio, con representantes de la oposición que no han adherido a la tregua.
«Su gesto de besarnos los pies no fue en vano», explicó al Papa. «Entonces, mi hermano Riek Machar (que ´lideraba el bando rebelde) estaba fuera del país. Hoy, ambos estamos sentados juntos para trabajar en la aplicación del acuerdo de paz firmado en 2018», aseguró el presidente.
Francisco le respondió con contundencia que no se limitara a las palabras. «Para que esta tierra no quede reducida a un cementerio, sino que vuelva a ser un jardín floreciente, les ruego, de todo corazón, que acojan una palabra sencilla, que no es mía, sino de Cristo: 'Basta'», rebatió el Papa ante todos los líderes del país y el cuerpo diplomático.
«Ha llegado la hora de decir 'basta', sin condiciones y sin 'peros'. Basta ya de sangre derramada, basta de conflictos, basta de agresiones y acusaciones recíprocas sobre quien haya sido culpable, basta de dejar al pueblo sediento de paz. Basta de destrucción, es la hora de la construcción. Hay que dejar atrás el tiempo de la guerra y propiciar un tiempo de paz», añadió.
Además de la guerra, el Papa enumeró otros problemas que requieren urgente solución en este país, como el respeto de las mujeres, «pues quien comete violencia contra una mujer, la comete contra Dios»; la lucha contra la corrupción (Francisco denunció «tráficos inicuos de dinero, tramas ocultas para enriquecerse, negocios clientelares, falta de transparencia, que impiden que los recursos lleguen donde es más necesario»); políticas sanitarias; infraestructuras vitales; y la alfabetización, pues «como todos los niños de este continente y del mundo, tienen derecho a crecer teniendo en sus manos cuadernos y juguetes, y no herramientas de trabajo y armas».
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El Pontífice estará hasta el domingo en este país un poco más grande que Francia y con sólo 200 km de carreteras asfaltadas. Paradójicamente, el país, con yacimientos de petróleo explotados por Sudán, vive en la miseria a causa de la corrupción y la guerra civil. Mientras este viernes hablaba en los jardines del palacio presidencial, anochecía. La población de este país olvidado, espera que la noche que atraviesan desde 2013 llegue pronto a su fin.
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