El Papa alerta de «la falsa propaganda del rearme» como estrategia para construir la paz

Denuncia que «simulaciones emotivas y retórica» están provocando muertes en Gaza, Ucrania y Oriente Medio

El Papa pide a los futuros sacerdotes que «reconozcan, aprecien y se eduquen al celibato»

El Papa León XIV efe

Javier Martínez-Brocal

Corresponsal en el Vaticano

En el discurso más duro y explícito que ha hecho contra la escalada bélica desde que comenzó su pontificado, el Papa León ha alertado de las «simulaciones emotivas y la retórica» que están provocando muertes en Gaza, Ucrania y Oriente Medio. «La gente no ... puede morir por culpa de fake news», ha clamado este jueves. También ha denunciado «la imposición de la ley del más fuerte» para «legitimar los propios intereses» y ha dicho que es «vergonzoso» que los líderes de las naciones no respeten el «derecho internacional y humanitario» y «obliguen a otros por la fuerza».

Ha sido durante un encuentro con exponentes de la ROACO, siglas de la «Reunión de Obras de Ayuda a la Iglesia Oriental», organismo que aglutina instituciones que sostienen a Iglesias católicas minoritarias, que no siguen el rito latino, localizadas en Oriente Medio, Europa del Este e India.

El Papa reparte duros mensajes para todos, pocas horas después de la clausura de la cumbre de la OTAN en La Haya, a pocos días de la guerra entre Irán e Israel, y en una fase delicada del conflicto en Ucrania. «Me sangra el corazón cuando pienso en Ucrania, en la trágica e inhumana situación de Gaza y en Oriente Medio, devastado por la extensión de la guerra», ha comenzado el Papa. «Estamos llamados, toda la humanidad, a evaluar las causas de estos conflictos, a verificar las reales para tratar de superarlas, y a rechazar las falsificadas, fruto de simulaciones emocionales y de retórica, para desenmascararlas con decisión. La gente no puede morir por culpa de las fake news», ha añadido sin concretar a qué se refería.

«Es muy triste asistir hoy en tantos contextos a la imposición de la ley del más fuerte, en base a la cual se legitiman los propios intereses», ha continuado. «Es desolador ver que la fuerza del derecho internacional y del derecho humanitario ya no parece obligar, sustituida por el supuesto derecho a obligar a otros por la fuerza. Esto es indigno del hombre, es vergonzoso para la humanidad y para los dirigentes de las naciones».

«¿Cómo se puede creer, después de siglos de Historia, que las acciones bélicas traen la paz y no se vuelven contra quienes las llevaron a cabo? ¿Cómo pensar en sentar las bases del mañana sin cohesión, sin una visión de conjunto animada por el bien común? ¿Cómo seguir traicionando los deseos de paz de los pueblos con la falsa propaganda del rearme, con la vana ilusión de que la supremacía resuelve los problemas en lugar de alimentar el odio y la venganza?», ha recordado.

«Los mercaderes de la muerte»

También ha avisado a los líderes mundiales de que «la gente ignora cada vez menos la cantidad de dinero que va a parar a los bolsillos de los mercaderes de la muerte, con el que podrían construirse hospitales y escuelas; y en cambio, se destruyen los ya construidos».

Según el informe del Stockholm International Peace Research Institute, el gasto militar mundial lleva diez años aumentando, y en 2024 tuvo su mayor incremento desde la guerra fría, un 9,4%, al destinar 2.718 billones de dólares a esta partida. Los países de la OTAN gastaron 1.506 billones, más de la mitad de la suma de todos los demás. Según este instituto, para poder hacerlo recortaron fondos en partidas de salud, educación y bienestar social.

Con palabras duras, León XIV ha solicitado este jueves a los líderes mundiales que gobiernen «de un modo diferente a como hicieron Herodes y Pilato». «Uno, por miedo a ser destituido, había asesinado a niños, que hoy siguen siendo destrozados por las bombas; el otro se lavaba las manos, como corremos el riesgo de hacer a diario hasta el umbral de lo irreparable». La propuesta cristiana es «curar las heridas de la historia con la mansedumbre», «el poder del perdón, la esperanza de volver a empezar, y el deber de permanecer honestos y transparentes en el mar de la corrupción».

Dirigiéndose a quienes están contribuyendo económicamente a proyectos de desarrollo en estas zonas, les ha dado las gracias «porque siembran esperanza en las tierras del Oriente cristiano, destrozadas más que nunca por las guerras, saqueadas por intereses, envueltas en un manto de odio que hace el aire irrespirable y tóxico».

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