La OMS alerta de que la mitad de la población mundial está en riesgo de padecer el dengue

En su origen fue una enfermedad natural de las regiones más cálidas del planeta. Ahora su afección se extiende por todo el mundo a causa de la globalización, el calentamiento global y las inundaciones, que han ayudado a crear un ambiente perfecto para que se asienten nuevos vectores que pueden posibilitar brotes de arbovirus (enfermedades transmitidas por artrópodos). El dengue afecta a personas de todas las edades, con síntomas que varían entre una fiebre leve hasta cuestiones más graves como dificultad respiratoria o fallos en los órganos del afectado. Lo peor, que no hay un tratamiento específico público para luchar contra este virus que viaja, cada vez más rápido, entre picaduras de mosquitos infectados.

Durante el Congreso Expocida Iberia 2024, el portavoz destacó que el dengue se convirtió «en una amenaza hecha realidad» en 2023: «El número de casos aumentó exponencialmente, también en Europa, que hasta el momento era el único continente libre de dengue y donde, si no se toman las medidas oportunas con urgencia, se puede convertir en breve en el mayor problema de salud pública». También corroboró dicha tendencia el director general de Anecpla (Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental), Jorge Galván, quien se refirió a los 72 casos detectados en Europa en 2023. La cifra, «salvo el brote acaecido en 2012 en la isla portuguesa de Madeira», supera con creces las cifras de años anteriores.

Galván hizo un llamamiento a que administraciones públicas y empresas del sector unan fuerzas para frenar la amenaza de expansión del dengue en el continente europeo. «Lo crucial es ser consciente de que, si el 80% de los afectados son asintomáticos y si en Europa tenemos presencia de los vectores transmisores de esta enfermedad, estamos jugando con fuego porque las probabilidades de que los casos de este virus se multipliquen son muchas», aseveró. 

Para la OMS, los casos europeos y las muertes de dengue en Brasil y Perú en 2023 son «la punta del iceberg de un problema muy superior», por lo que han solicitado que los líderes políticos mundiales pongan en marcha «alianzas» y adopten medidas ante «este desafío global».

Este verano, la OMS ya advertía que especies como el mosquito tigre o el mosquito japonés ya se habían asentado en nuestro país, aumentando las posibilidades de que se generen brotes de enfermedades como el dengue, el chikungunya, el zika o la fiebre del Nilo, al ser portadores de las mismas.

Sin embargo, los expertos llamaban a la calma: «El escenario epidemiológico en Europa ha cambiado a raíz del cambio climático, que ha aumentado las poblaciones de 'tigre' o de otras especies del género 'aedes' con capacidad de transmitir enfermedades. Sin embargo, que haya mosquitos no implica que vaya a haber un brote de una enfermedad como el zika o el dengue. Afortunadamente no estamos en ese caso, pero el riesgo existe», explicaba Sarah Delacour a ABC, investigadora y profesora dle departamento de Patología Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza y miembro de la Red Nacional de Entomología Digital (ReNED).

Rogelio López-Velez, investigador de enfermedades infecciosas del Instituto del Hospital Ramón y Cajal y miembro del Comité de Expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), asegura que no hay un «aterrizaje inminente» de estas enfermedades en España. «Una cosa es la precaución y la cautela y otra es el pánico. España no se va a convertir en un paraíso de enfermedades tropicales donde uno salga a la calle y pueda infectarse de dengue o zika con facilidad».