Canarias detecta mosquitos de la fiebre amarilla en Las Palmas

Los mosquitos del género Aedes, explica la Consejería de Sanidad del Gobierno canario en nota de prensa, son mosquitos de color negro con rayas y más pequeños que los habituales en el territorio y se han adaptado a reproducirse en pequeños puntos de agua.

Con la confirmación mediante secuenciación genómica del ejemplar, en la mañana de este martes el Comité de Vigilancia Entomológica de Canarias ha determinado, siguiendo el protocolo, las acciones a realizar tanto por la Dirección General de Salud Pública y el Instituto de Enfermedades Tropicales, tanto por parte del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria como del Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria.

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En este sentido, especifica que el Sistema de Vigilancia de la Dirección general de Salud Pública y del Instituto de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de la Universidad de La Laguna (ULL) active las labores de inspección en la zona del hallazgo y la colocación de trampas que ayuden a determinar si hay más ejemplares en la zona.

También se informará a los vecinos de las acciones a tomar y se ofrecerán recomendaciones para evitar la proliferación de ejemplares y puntos de cría, ya que la colaboración ciudadana resulta «imprescindible» en estos casos.

El mosquito Aedes aegypti es un vector de transmisión de enfermedades víricas —la fiebre amarilla, dengue o el zika— en otras zonas geográficas donde esas patologías son endémicas, lo que no sucede en Canarias.

En el caso del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria se actuará en el entorno de la charca ubicada en la zona mediante las labores de limpieza correspondientes, mientras que el Consejo Insular de Aguas se encargará de aplicar el tratamiento larvicida recomendado en la charca.

Destacan que la detección del Aedes aegypti en el barrio de Piletas se halló gracias a la notificación realizada por un vecino afectado por la picadura del mosquito que le pareció sospechosa, «de ahí que resulte imprescindible» la colaboración ciudadana para su detección y erradicación.

En este sentido, indican que en las primeras inspecciones a la vivienda de la persona afectada no se observó fases inmaduras ni adultas de mosquitos, así como tampoco en sus inmediaciones, si bien se colocó una trampa en el domicilio para capturar nuevos ejemplares si los hubiera.