Médicos catalanes se rebelan contra el «linchamiento» a los que ejercen en español

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Denuncian el «linchamiento» a un médico por no usar el catalán con una paciente

E. A.

El sindicato médico Simecat CESM, creado en 2018 y que está en contra de que la sanidad sea un arma de confrontación política en Cataluña, se ha pronunciado con contundencia en un comunicado en contra del «linchamiento» a los profesionales que ejercen en castellano en esta comunidad. Lo ha hecho apenas 24 horas después de que trascendiera políticamente una denuncia de Plataforma per la Llengua contra un facultativo del Hospital Universitario Dexeus de Barcelona por, según mantiene la ONG del catalán, negarse a visitar a un paciente que exigía que le hablara en catalán.

Simecat censura la presión lingüística hacia el colectivo médico y advierte en su comunicado, al que ha tenido acceso este diario, de que el plan impulsado por la Generalitat en 2023 para extender el uso de la lengua autonómica en el ámbito sanitario, que establece, por primera vez, medidas para controlar el uso del catalán en este sector, «puede ser una barrera para el acceso de médicos de otras regiones a la sanidad pública catalana, ya deficitaria». «Ante la gravísima falta de médicos nos parece un despropósito intimidar con amenazas y exigencias disparatadas sobre el uso del catalán, olvidando que el castellano es lengua propia y legal en nuestra Comunidad», advierte el sindicato de facultativos. A su entender, «todo ello supone una limitación de la libertad, del profesional y del paciente».

Según Simecat, el 'Plan para garantizar el conocimiento y uso del catalán en el sistema público de salud de Cataluña 2023-2024', presentado por el Govern en agosto del año pasado y que establece, entre otras medidas la creación de comisiones en los hospitales para fiscalizar el uso de la lengua autonómica en los centros, y la formación en lengua catalana del personal en horario laboral, «va a suponer sin lugar a dudas un menoscabo en el tiempo dedicado a atender a los pacientes además de una reducción de la necesaria formación médica continuada».

Advierte, asimismo, de que «el documento prevé que el Departamento de Salud organice pruebas para la obtención de los distintos títulos de nivel de conocimiento del catalán. Ello nos hace temer que en las futuras oposiciones dicho conocimiento será considerado como requisito y no como mérito, que es lo que debe ser».

Por otro lado, los médicos piden a la Generalitat que «no claudique» ante las peticiones de algunas ONG de «exigir la obligatoriedad de conocer y usar el catalán y que se apliquen sanciones a quien no cumpla con esa condición».

«La sanidad catalana tiene otros problemas mucho más graves que el tema lingüístico, hinchado por motivos claramente políticos y partidistas como las escandalosas listas de espera o la falta de personal», señala el colectivo. «Con la salud de la población no se juega y ésta debe estar por encima de la lucha política», concluye el sindicato.