La Junta aprueba la primera universidad online de Andalucía

La universidad se centrará en las nuevas realidades digitales, en torno a las que pretende, en palabras de sus promotores, «contribuir a la creación de empleo y la atracción de talento». Para ello priorizará la investigación aplicada y promoverá los contactos del alumnado con mentores e inversores que se ocuparán de la tutorización y financiación de los proyectos cultivados por los estudiantes. Muchos de estos profesionales, con los que la Utamed ya ha cerrado acuerdos pero cuyos nombres aún no han trascendido, son «emprendedores y fundadores de compañías de primer nivel». La sede de la Utamed será parte del edificio que ocupa SUR en la avenida doctor Marañón, junto a La Rosaleda.

En su dictamen, el Parlamento destaca «la razón de interés general» que motiva la aprobación de la ley de reconocimiento de la Utamed: «Está fundamentado en el fortalecimiento de la calidad y excelencia de las universidades que conforman el sistema universitario andaluz, lo que justifica el proyecto normativo al producirse un aumento de la competitividad de la oferta que de forma clara redundará en beneficio de la ciudadanía». La ley, aprobada con los votos a favor de los diputados del PP y Vox y el rechazo del PSOE, Por Andalucía y Adelante Andalucía, autoriza a la nueva universidad a impartir enseñanzas en la modalidad no presencial dirigidas a la obtención de títulos de carácter oficial con validez en todo el territorio nacional.

Los grados que podrán cursarse en la Utamed son: Economía digital y business intelligence, Marketing digital, Derecho, Finanzas y contabilidad, Ingeniería de Organización Industrial, Ingeniería informática, Educación primaria (mención en TIC e innovación), Educación infantil (mención en TIC), Comunicación digital y periodismo, Psicología y Dietética y Nutrición. A esta oferta se añaden los másteres de Dirección de empresas digitales, Emprendimiento e innovación, Automatización e inteligencia artificial, Abogacía y Formación del profesorado de educación secundaria obligatoria y bachillerato, formación profesional y enseñanza de idiomas, además de los doctorados en Tecnologías educativas y digitales, Ética digital y Psicología general sanitaria.

El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ya aprobó en febrero el proyecto de ley de la Utamed, que aumentará la oferta universitaria andaluza, todavía lejos de la media española. En Andalucía hay por el momento una universidad por cada 770.218 habitantes, muy por debajo de la media nacional, situada en una universidad por cada 570.201 habitantes, según datos del último informe del Ministerio de Universidades. La región cuenta con 11 universidades, 10 públicas y una privada. Esta última, la Universidad Loyola, fue aprobada por el Parlamento de Andalucía en noviembre de 2011, cuando gobernaba el anterior Ejecutivo andaluz del PSOE. A nivel nacional, el sistema universitario está formado por 83 universidades, 50 públicas y 33 privadas, que representan un 39,7 por ciento del total frente al nueve por ciento que suponen en Andalucía.

La Utamed potenciará la educación a distancia en Andalucía, permitiendo «un salto de calidad en la competitividad en materia formativa» de la región andaluza, según explica Paco Ávila, presidente de la Utamed y fundador de Medac junto a Miguel Reinoso. Ambos adelantan que los precios «serán asequibles» y que los pagos podrán financiarse a plazos sin intereses. La universidad destinará además el cinco por ciento de su presupuesto a la concesión de becas, cuatro puntos porcentuales más de los que obliga la ley. Aunque en Andalucía apenas tiene arraigo, la educación superior online está asentada en España desde hace años, con referentes como la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), de la que es catedrático de Sociología el exministro Manuel Castells.

Desde el Gobierno andaluz, que a comienzos de año rechazó los proyectos de otras tres universidades privadas al no contar con los requisitos necesarios, recuerdan que la Utamed llega al Parlamento con los informes positivos del Gabinete Jurídico de la Junta, el Consejo Económico y Social y el Consejo Consultivo. Ávila considera que la colaboración de esta universidad con el tejido empresarial y las universidades públicas constituye «un ecosistema ganador» que reducirá el desempleo y mejorará la innovación de las compañías andaluzas: «Habrá investigación básica e investigación aplicada, y nuestra idea es estar muy pegados a la realidad, a las empresas. Queremos mejorar la innovación de las compañías en Andalucía, que por diferentes clasificaciones que se han publicado sabemos que es baja. Pondremos investigadores, recursos y talento al servicio de las necesidades de las compañías, abrir paso a patentes, a productos... Es la base sobre la que queremos construir un hilo entre la universidad pública, la privada y el tejido empresarial».

El Parlamento también ha aprobado la ley de reconocimiento de otra universidad privada: CEU Fernando III, presencial y con sede en Sevilla. Los textos de ambos dictámenes recogen que, para que la Junta autorice el «inicio de actividades» de cada una de estas nuevas universidades, «previamente se comprobará que se han cumplido todos los requisitos señalados en la normativa universitaria; en especial, los relativos al personal docente e investigador, el disponer de unas infraestructuras y medios materiales adecuados y suficientes para el desarrollo de sus funciones docentes e investigadoras, y que hayan sido verificados y acreditados los planes de estudio conducentes, como mínimo, a la obtención de un total de dieciocho títulos de carácter oficial de grado, máster y doctorado, que se expedirán de acuerdo con lo previsto en la normativa que resulte de aplicación».

Durante su intervención en el pleno, el consejero de Universidad, José Carlos Gómez Villamandos, destacó que las nuevas universidades aprobadas por la Junta «llevan años trabajando su memoria» para adquirir «los compromisos necesarios» para poner en funcionamiento ambos proyectos. El consejero ha recordado además que ni la Utamed ni CEU Fernando III «reciben un solo euro de la Junta ni de los andaluces», además de incidir en que la Administración permanecerá «vigilante» para que estos proyectos «enriquezcan la oferta pública y contribuyan a la atracción de talento». Estas universidades, considera el consejero, «permitirán a la oferta universitaria andaluza dar el paso que necesita en el siglo XXI».