El plan nacional de terapias avanzadas contra el cáncer olvida a los hospitales de referencia de Madrid

Esta estrategia está logrando resultados muy buenos en cánceres de la sangre, en particular en linfomas y leucemias, tanto para niños como adultos, para los que no había ninguna otra opción.

Hasta aquí las buenas noticias. El CAR-T tiene dos problemas. Uno de ellos es su alto coste que ronda el medio millón de euros por paciente, si se le suma la hospitalización e ingreso obligatorio en UCI. Otro, también importante, es que no puede aplicarlo cualquier hospital . Por eso, el Ministerio de Sanidad lleva meses elaborando un plan nacional de terapias avanzadas para organizar la financiación y el tratamiento que ha generado un nuevo frente entre la Comunidad de Madrid y el Ministerio.

La última propuesta, que se discutirá probablemente hoy en el Consejo Interterritorial de Salud, es el desequilibrio territorial generado con la acreditación de centros. De los once hospitales acreditados en todo el país se han dado cinco a Barcelona (Clínic, Sant Pau, Vall d´Hebron -dos unidades, para niños y adultos-, Sant Joan de Deu) y solo dos a Madrid (Gregorio Marañón y Niño Jesús). La comunidad madrileña, con mayor número de centros sanitarios de alta complejidad , se ha quedado con el mismo número de hospitales que Valencia (La Fe y Clínico), pese a que Madrid acoge el 50 por ciento de las derivaciones de todas las enfermedades complejas del territorio nacional.

El resto se reparten entre Andalucía y Castilla y León, con un único hospital acreditado para dos comunidades tan grandes: el Virgen del Rocío en Sevilla y el Complejo Asistencial de Salamanca.

Curiosamente, la acreditación del Ministerio de Sanidad ha dejado fuera a algunos de los hospitales más capacitados y con experiencia en el manejo de estos tratamientos complejos contra el cáncer . Tanto el Hospital Doce de Octubre como La Paz de Madrid ya están tratando con CAR-T a pacientes con leucemia y linfoma y han superado la exigente «auditoría» de las farmacéuticas que fabrican esta terapia avanzada contra el cáncer.

La decisión ha generado el malestar de los profesionales sanitarios y del propio consejero de Sanidad de Madrid , Enrique Ruiz Escudero, que plantea a ABC la posibilidad de que se produzcan situaciones difíciles de entender como que un niño madrileño y su familia deban viajar a Barcelona para tratarse allí si el Niño Jesús está saturado, a pesar de tener en su ciudad algunos de los hospitales mejor preparados para hacerlo. «Contamos con más potencial que Cataluña para tener un mayor número de centros acreditados», asegura a ABC Ruiz Escudero.

El reparto de acreditaciones no solo afecta a la población de Madrid . También a las comunidades de la zona centro y del sur del país. Extremadura y Castilla-La Mancha tienen los hospitales de Madrid como centros de referencia. Con la acreditación del Gregorio Marañón, para adultos, y el Niño Jesús, en niños, puede no ser suficiente para dar respuesta a todos los casos que surjan de las tres comunidades o incluso de Andalucía y Castilla y León, donde solo cuentan con un hospital acreditado cada uno y en ambos casos solo para tratamiento de adultos.

El caso del Hospital La Paz es, quizá, el más llamativo. No solo tiene un programa de trasplante con más de 25 años de experiencia y con experiencia previa en terapias avanzadas -incluido CAR-T-, sino que además lidera la Red Europea de Referencia en Trasplante Pediátrico y ha sido acreditado por Novartis, uno de las compañías que fabrican el medicamento. «El hecho de tener programa tanto de adultos como pediátrico es sin duda una fortaleza que presentan pocos centros a nivel nacional y que garantiza la transición y la atención integral tanto a pacientes adultos como pedíatricos con CAR-T», explica Antonio Pérez-Martínez, responsable del servicio de hemato-oncología pediátrico de La Paz.

De momento, hasta una nueva evaluación, el Hospital La Paz solo aparece en el plan de terapias avanzadas como hospital «de rescate », al que se podrá acudir si otros tres centros acreditados están saturados. «Creemos que esta situación está generando una polarización en el tratamiento de los niños con leucemia que no refleja la realidad de nuestro país, ni el trabajo que en esta área llevamos haciendo desde hace mucho tiempo», insiste.

Esta terapia personalizada del cáncer está indicada para un tipo de leuceia y de linfoma. Pero es solo el principio. Hay ensayos clínicos en marcha para averiguar si puede beneficiar a personas con mieloma múltiple, otro cáncer hematológico, o incluso con tumores sólidos. Así que se espera que el número de indicaciones con este tipo de terapias que utilizan células del paciente irá creciendo a corto y medio plazo.Y el número de necesidades hospitalarias será también mayor.