Rocío Mora, presidenta de Apramp: «Somos el prostíbulo de Europa, hay que parar ya la demanda»

Apramp (Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida) es una de esas entidades pioneras que hacia 1985 se rebeló contra la mirada esquiva de la sociedad a los polígonos, clubes de alterne, calles concéntricas de las ciudades, pensiones de mala muerte y carreteras donde han visto «brutalidades de todo tipo». Muchas mujeres llegan a Apramp destrozadas físicamente, abiertas en canal. Y lo peor es el desgarro emocional . «No se atreven a hablar, muchas tardan meses, no buscan ayudas, las vamos a buscar nosotros porque se sienten culpables de haber dicho ‘sí’ a un engaño, el de traerlas para darles una vida mejor».

En los 80 a estas mujeres «las queríamos evitar como ciudadanía», recuerda Mora. A esta realidad incómoda solo se aproximaban los clientes, que no eran pocos, porque España es desde 2011 y según Naciones Unidas el primer país europeo en demanda de prostitución, el tercero en el mundo. Por eso, Mora, una de las voces más experimentadas a la que recurren los partidos que quieren prohibir el proxenetismo, ataca al « cómplice necesario de la existencia de esta forma de explotación sexual , el putero». A menudo, los ojos de la sociedad solo se detienen en ellas, en las mujeres , se queja. «No soy legislador, pero somos el prostíbulo de Europa y hay que parar ya esa demanda. Hay que poner vallas a esta cooperación necesaria a un grave delito internacional».

Y prosigue: «Hasta en la pandemia lo notamos , había demanda y por eso las mafias ofertaban la ‘mercancía’ que querían. Ellas son invisibles y no aparecen en ningún registro ni lugar. El putero busca carne fresca y las mafias se articulan para captar a mujeres allí donde pueden encontrarla, es la ley básica de la economía, oferta y demanda. Si no se detiene a los clientes, puedo estar trabajando 800.000 años más y no quiero. No se habla, pero existe esta prostitución proactiva mirando a otro lado».

La ONG fue fundada por Rocío Nieto y su actual presidenta lleva 26 años enrolada en ella. Apramp ha conseguido ayudar a más de 9.000 mujeres prostituidas en España, de 59 nacionalidades , y albergado a 1.650 en centros de acogida. La presidenta despeja dudas en el debate que ayer encaró a diputadas como Adriana Lastra (PSOE) y Sara Giménez (Cs). De las mujeres que en España ejercen la prostitución, el 54,4% son menores de edad, muchas veces niñas de 14 y 15 años, afirma Mora, y «por libre elección no están» ahí. «No queremos enfrentamiento, pero esta es la realidad que vemos todos los días. Colombia, Venezuela,Brasil, Paraguay, Nigeria y Rumanía están en cabeza como lugar de captación y nuestro país es el destino». Los proxenetas mercadean con «una materia prima muy rentable: el cuerpo de las mujeres, con los que hacen lo que a cada uno le apetece, verdaderas atrocidades». Para Rocío, no es su cuerpo, es su «dignidad; tanto que se habla de libertad, no es libertad por lo que hay que luchar, han perdido su voz».

Se calcula que de las 1,8 millones de personas prostituidas en el mundo, el 79% son mujeres y niñas; y de ellas, el 95% lo hacen esclavizadas por terceros, aunque el debate sobre si existe el trabajo sexual voluntario está abierto, como se demostró ayer en la Cámara Baja. Mora lo zanja pronto: « Viajan con una maleta en la que no hay ni un solo derecho fundamental . No pueden comer, moverse o hablar . Pierden su identidad».

Entre los recursos que ofrece Apramp el más conocido es el del ámbito textil, sobre todo tras el gesto de Doña Letizia al visitarlas con un vestido gris confeccionado por ellas. «Toda visibilización ayuda», resuelve Mora. En la unidad móvil con la que Apramp ayuda a mujeres hay 35 supervivientes, testigos clave para otras mujeres de que hay algo más. Su recuperación tarda, al menos, un año.