Residencias de ancianos, foco de infección: al menos 60 muertos en pocas horas concentrados en seis provincias

Al drama en Madrid se suman otros focos de infección localizados en las últimas horas en Soria, Vitoria, Tomelloso (Ciudad Real), Barcelona y la Comunidad Valenciana. Lo peor de esta pandemia no es solo la elevada afección que está registrándose entre los mayores, el principal colectivo de riesgo del Covid-19, sino el impacto emocional para las familias que reciben una llamada comunicándoles que su pariente ha muerto. A ello se une, en algunos casos, la incertidumbre porque no se les está informando de que ha sido por coronavirus, lamentan algunos familiares. Otras sí les acreditan el motivo de la muerte, que ha acabado por agravar patologías previas, pero entonces se acrecienta el drama por no poder velar con premura sus cuerpos por la vigencia del estado de alarma.

Ayer mismo, viendo los casi 60 muertos que se habían acumulado en pocas horas en varios centros del país, la patronal de las residencias españolas -la Asociación Estatal de Servicios Residenciales de la Tercera Edad- urgió al Gobierno central a que les dote de más medios o «puede haber más muertes» en estos nidos de infección en que se han convertido los centros de la tercera edad. En aquellos lugares donde «entra el virus», dice la patronal, se deshace en muertes; es una pandemia y una locura a la vez, lamenta Jesús Cubero, secretario general de la patronal, que dijo ayer a Efe que la exigencia de suministro urgente de equipos de protección individual (EPI) se realizó hace más de una semana, pero no ha habido respuesta por parte de las autonomías ni del Ejecutivo central. Si no se suple la carencia de medios y esfuerzos asistenciales, subraya Cubero, «los fallecimientos que se están registrando en estos centros pueden convertirse en algo más habitual de lo deseable».

La patronal, que cuenta con 400 residencias con 54.600 camas y 230 centros de día con 11.500 plazas, explica que si se les proporcionan los medios adecuados de protección podrán prestar asistencia en residencias y a domicilio y, de esta manera, «servir de barrera de contención». En caso contrario, agrega, tendrán que trasladar a las personas mayores a los hospitales, con lo cual contribuirán al «colapso» del sistema.

El Gobierno madrileño detalló ayer que se han intensificado las medidas de control en todas las residencias. La administración que encabeza Isabel Díaz Ayuso se comprometió a examinar cada establecimiento, tanto públicos como privados, con la garantía de que las respectivas direcciones facilitarán la comunicación entre los residentes y sus familiares, por teléfono, vía telemática o a través de un interlocutor.

La Fiscalía de Madrid, en efecto, abrió una investigación en torno a la muerte de una veintena de personas (según los familiares, no serían 17, sino 20 los fallecidos) en la residencia Monte Hermoso, donde se cuentan 75 contagiados por Covid-19. El Ministerio Público acordó incoar diligencias previas tras una denuncia del Defensor del Paciente. Su escrito señala «la falta de seguridad extrema, de limpieza, personal y medios» en el centro, de titularidad privada pero con plazas concertadas. Como informó ABC, los familiares de los internos alertan de la falta de información, además de la mala gestión.

Los testimonios de los familiares dan fe de la pesadilla que viven. «Solo hay un médico que va por la mañana y una enfermera todo el día. Ahora, dicen que va por la tarde, pero no sabemos lo que pasa ni qué sucede por la noche», explicaba Rosana a este diario, cuya madre, de 86 años y con alzhéimer, está interna. Desde la Consejería de Sanidad aseguran que el Hospital Clínico está reforzando la plantilla del centro con médicos externos y equipos de protección para combatir la pandemia.

La situación en Monte Hermoso se repite en al menos dos lugares más. En la residencia Montserrat Caballé (Barajas), regentada por Mensajeros de la Paz, se registraron un total de seis muertes, de las cuales dos se confirmaron por coronavirus. El problema es similar en el centro de Nuestra Señora de la Antigua, en Morata de Tajuña, con cinco fallecidos y seis contagiados. Todos tenían entre 88 y 94 años y patologías previas.

Ayer también se informó de la muerte de 16 ancianos en la residencia privada Elder de la población ciudadrealeña de Tomelloso (al menos 12 son casos confirmados por coronavirus), tal y como confirmó el director del centro, José Manuel San Pedro, que también ha dado positivo en el test del Covid-19. Como el resto de responsables de estos centros, San Pedro reclamó atención urgente de las autoridades, ya que se «sienten desbordados», afirmó, por la situación y la imposibilidad de hacer frente a la pandemia con los recursos humanos y materiales existentes. El director de Elder -un centro que cuenta con 120 empleados y 170 residentes- denunció que, pese a ser la edad elevada uno de los factores de mayor incidencia en la enfermedad, los centros que dan cobijo a ancianos están «abandonados».

Ocho de los muertos en Álava se infectaron en una residencia Sanitas del barrio vitoriano de San Martín, adelantó ayer el periódico «El Correo». Hay, al menos, otros 45 ancianos que han dado positivo por Covid-19, además de cinco trabajadores y otros 25 internos en cuarentena. El coronavirus entró en este centro el pasado 4 de marzo y su virulencia no se conoció hasta ayer.

En Soria colea la polémica por la muerte de nueve ancianos en la residencia Los Royales de la capital. Sábado y domingo pasados, según avanzó la Cadena Ser, nueve internos fallecieron. La subdelegación de la Junta de Castilla y León en la capital soriana no confirmó que las víctimas tuvieran la sintomatología propia del coronavirus. La Junta de Castilla y León sí anunció que, de las 11 personas que han fallecido desde el pasado 1 de marzo en este centro asistencial -donde se engloban estos nueve últimos casos-, solo uno dio positivo por Covid-19, informó E. Delgado.

La Consejería de Sanidad de la Comunidad Valenciana ha tomado el control de los centros de mayores, tanto públicos como privados, y aquellos que presenten algún caso de coronavirus pasarán a estar bajo el «control y protección» del personal dependiente de la administración autonómica.

En las últimas horas, tres geriátricos de Valencia, Alcoy y Elche registraron muertes por coronavirus. El mayor foco es la residencia Santa Elena de Torrent (Valencia), donde han fallecido tres residentes con coronavirus. La titular de Sanidad, Ana Barceló, comunicó que, de 77 plazas, 51 personas se encuentran aisladas con síntomas y seis de ellas están en la UCI, informa T. Jiménez.

El último deceso colectivo del que se tuvo conocimiento ayer fue el de seis personas mayores ingresadas en la Fundación Privada Consorts Guasch de Capellades (Barcelona). En un comunicado, el patronato y la dirección de esta entidad, situada en la comarca del Anoia, la primera zona confinada de Cataluña, informó de que la epidemia ha afectado a «varias personas» en esta residencia. También explicaron que se ha habilitado la primera planta del centro para recluir al volumen restante de personas afectadas, sin concretar cuántos son, y seguir monitorizándolos con «un control médico intensivo».