El Ministerio de Sanidad regula así el uso generalizado de las mascarillas en la vía pública, en espacios al aire libre y en cualquier lugar cerrado de uso público o que se encuentre abierto al público cuando no se pueda mantener la distancia de seguridad.
Pero hay excepciones. Las personas que tengan alguna dificultad respiratoria que pueda verse agravada por usar mascarilla no tendrán que ponérsela. Tampoco aquellas que lo tengan contraindicado por motivos de salud o discapacidad .
La orden contempla además otras excepciones, como los bares, pues especifica que el uso de las mascarillas no será obligatorio en actividades incompatibles con su uso, como comer o beber . Tampoco se exigirá en las circunstancias en las que exista una causa de fuerza mayor o situación de necesidad. Sin embargo, no especifica qué ocurre en otros casos, como al salir a hacer deporte. Además, tampoco advierte sobre qué ocurrirá si se incumple la obligatoriedad, es decir, si se multará.
«El uso generalizado de mascarillas por parte de la población general para reducir la transmisión comunitaria del SARS-CoV2 está justificado no solo por su alta transmisibilidad, sino también por la capacidad que han demostrado las mascarillas para bloquear la emisión de gotas infectadas, muy importante cuando no es posible mantener la distancia de seguridad», recoge la orden, que en su artículo 1 se refiere al uso de cualquier tipo de mascarilla, aunque especifica que «preferentemente higiénicas y quirúrgicas, que cubra nariz y boca».
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