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MAPA DE LA CONTAMINACIÓN MUNDIAL

Madrid no es Pekín

La capital española quiere limitar el dióxido de nitrógeno restringiendo  el tráfico rodado, mientras la china ha ordenado el cierre de 2.100 fábricas

La elevadísima contaminación que sacude a Pekín ha obligado a las autoridades del país a adoptar medidas drásticas AFP

ÉRIKA MONTAÑÉS / PABLO M. DÍEZ

Muchas veces se habla de contaminación en las grandes ciudades sin tener en consideración que, aunque hay un denominador común que radica en el efecto sobre la salud de las personas de la mala calidad del aire que respiran, pueden proceder de un origen bien ... distinto. Si Pekín está en alerta máxima por la cantidad de partículas en suspensión que se hallan en su atmósfera (partículas sólidas y líquidas que desprende, sobre todo, la potente industria metalúrgica, las refinerías, las centrales térmicas que envuelven la capital china y la proporción del uso de carbón, de peor calidad), Madrid quiere activar hoy un escenario que consiste en prohibir el aparcamiento en el centro. Si continúa la situación contaminante, se adoptarán más restricciones. La razón es que la capital española afronta un nuevo episodio contaminante por el buen tiempo y, aquí, el 65% de las toneladas de emisiones al aire se deben únicamente al tráfico rodado.«Si medimos lo que respira un ciudadano, nos movemos en torno al 85% de afección a la población», completa Xavier Querol, investigador del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

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