La Iglesia católica portuguesa critica la ley de vientres de alquiler

Estas palabras, pronunciadas este pasado fin de semana después de un acto religioso, representaron la antesala para su conclusión sin paliativos: «La llamada gestación subrogada va a contracorriente de la civilización cristiana».

La iniciativa para sacar adelante la norma correspondió al Bloco de Esquerda (BE) , una coalición similar a Podemos que vinculó de raíz su aplicación con la ausencia o disfunción del útero, es decir, con los supuestos que dicta la infertilidad de las mujeres.

Las críticas de la Iglesia católica se sustentan no sólo en el contenido de la regulación, sino en el hecho de que 24 diputados conservadores votasen a favor. Porque el Partido Socialdemócrata de Pedro Passos Coelho dio libertad de voto en la Asamblea de la República. Se sumaron así a una gran mayoría de socialistas, que comandan el Gobierno con el apoyo del BE y de los comunistas.

Se aprobó también ampliar a parejas de lesbianas y a mujeres solas el derecho a las técnicas de reproducción asistida , que hasta ahora no estaba reconocido más que en caso de relaciones heterosexuales.