La hipótesis de un primer caso de «ballena azul» en Mallorca está casi descartada

Cabe recordar que las personas que promueven el juego de la «ballena azul» se suelen poner en contacto con adolescentes a través de sus teléfonos móviles o de sus perfiles de Facebook. Entre las pruebas que los organizadores de dicho juego pueden proponer a sus potenciales víctimas se encuentran las de dibujar una ballena en un papel, cortarse los labios, hacerse un agujero en la mano, tatuarse una ballena en el brazo con una cuchilla, pasar 24 horas seguidas viendo películas de terror o, en último término, incluso el suicidio del propio menor.

El caso que aún se está investigando ahora en Mallorca empezó hace unos días. La dirección del centro en el que estudia la citada menor, de unos 13 años de edad, se puso en contacto con un policía tutor de la Policía Local de Palma, después de haber detectado que dicha alumna presentaba cortes relevantes en uno de sus antebrazos.

A partir de ese momento, la Policía Local se hizo cargo del caso y empezó a elaborar el informe que este martes envió a la Policía Nacional y a la Fiscalía. Descartada momentáneamente la hipótesis de una posible participación de la niña en el juego de la «ballena azul», una nueva hipótesis que se estaría barajando en estos momentos sería la de que esa autolesión podría estar vinculada a un intento de la muchacha de llamar la atención de las personas que forman parte de su entorno.

Por su parte, la Consejería de Educación del Gobierno balear, que dirige el socialista Martí March, comenzó a actuar desde el momento mismo en que fue informada de la situación. En concreto, aplicó el protocolo aprobado en enero de este año «para la detección, notificación e intervención en situaciones de desprotección —riesgo o desamparo— de menores en los centros docentes de las Islas Baleares».

La citada alumna se ha reincorporado a las clases esta misma semana. A partir de ahora, será tutelada por el servicio de orientación del centro escolar en el que estudia, que velará junto con la familia de la menor para que no pueda volver a repetirse ninguna situación de posible desprotección de esta niña.

Además, el instituto en el que estudia se ha puesto en contacto con la Fiscalía de Menores en virtud de un acuerdo de colaboración firmado en noviembre de 2016 entre la Consejería de Educación y el Ministerio Público. Dicho acuerdo establece, entre otras medidas, que los colegios y los institutos de la Comunidad se pondrán en contacto con dicha Fiscalía siempre que se hayan podido producir «hechos con repercusiones sobre los derechos de los menores».

Preguntado este miércoles por dicho asunto, el consejero de Educación ha pedido «prudencia» y también que no se haga un «planteamiento apocalíptico» sobre situaciones que en principio serían «muy puntuales». March ha señalado que hay que ser siempre cautos en casos como éste, no sólo porque el ocurrido en Mallorca aún se está investigando por parte de la Policía, sino sobre todo porque afecta a una menor.

Por otra parte, la Consejería de Educación ha empezado a aplicar el citado protocolo de protección a otra persona adolescente que también estudia en un centro de Baleares. Este segundo caso guardaría ciertas concomitancias con el primero. Aun así, todavía debe averiguarse si podría tratarse o no de un posible caso de «ballena azul».