El guardia civil de «La Manada» niega haber usado un móvil en prisión

Guerrero respondió así a las preguntas de los periodistas que esperaban en las puertas de los juzgados de Sevilla, donde acudió para firmar, en cumplimiento de las medidas cautelares que le impuso la Audiencia de Navarra hace un mes. «Ese no era mi móvil , se ha encontrado después de que yo estuviera en prisión, no tiene nada que ver conmigo», dijo y aseguró que está tranquilo y que nadie se ha puesto en contacto con él por ese asunto.

El Ministerio de Defensa abrió una investigación interna después de hallarse un teléfono móvil en la celda de un preso ingresado en la cárcel militar de Alcalá hace unos días. El interno explicó que ese aparato pertenecía a Guerrero, quien ya había abandonado el centro penitenciario y se lo había quedado él. Fuentes de Defensa confirmaron a ABC que esa era la versión dada por el reo e indicaron que durante los cerca de dos años que el guardia civil pasó en esa cárcel nunca se le halló ningún objeto prohibido en los registros de su celda.

Sin embargo, en ese mismo periodo se encontraron seis teléfonos móviles en distintos registros , usados por los presos, pese a estar absolutamente prohibidos por el reglamento penitenciario, indicaron las mismas fuentes. Además, señalaron que se ha detectado que algunos internos utilizan sus propias tarjetas «SIM» que van colocando en los teléfonos que escapan al control de los funcionarios hasta que logran requisarlos.

Por ese motivo, admiten, es prácticamente imposible saber si Guerreo hizo uso de alguno de esos teléfonos durante su estancia en la cárcel militar de Alcalá. No descartan que se trate de una artimaña del interno al que se le encontró en un intento de eludir su responsabilidad, ya que esa falta muy grave se incorpora a su expediente penitenciario.

Guerrero dijo desconocer si esta semana la Audiencia de Navarra tomará una decisión a la petición de la Fiscalía y las acusaciones particulares de que vuelva a prisión tras personarse en una comisaría de Sevilla a los pocos días de estar en libertad preguntando por la renovación de su pasaporte, pese a tener prohibido salir del país y tener que entregarlo en los juzgados.