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El foco de la desnutrición infantil en el mundo se desplaza de África hacia el sur de Asia

Unicef alerta de que dos de cada tres niños en el mundo no se alimentan de manera adecuada, sea por carencia o por exceso

La obesidad gana terreno, también en los países pobres, lo que condiciona el desarrollo físico y emocional de los pequeños

Érika Montañés

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El mapamundi de la mala alimentación infantil está cambiando. Lo hace de lugar, y también de paradigma. En la actualidad y en comparación con veinte años atrás, no se trata tanto de que los niños no tengan suficiente que llevarse a la boca, sino de ... que lo que comen sea del todo inadecuado. La organización de Naciones Unidas que vela por la infancia, Unicef , publica con motivo del Día Mundial de la Alimentación que se celebra hoy un atlas de la nutrición planetaria en el que llama la atención sobre la aceleración que ha registrado el sobrepeso en estas dos décadas, tanto en países de ingresos medios y bajos, como altos. Unicef destripa, grosso modo, cómo la desnutrición crónica se está frenando (se ha reducido de 198 millones de niños en 2000 a 149 en 2018), a fuerza de implantar medidas higiénico-sanitarias en áreas como Ruanda. En líneas generales, el foco del hambre y la escasez alimentaria se ha ido desplazando de África, donde los índices están estancados (alrededor del 33%), hacia Asia del Sur , donde más del 34% de los menores están desnutridos.

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