La edad de exposición a la pornografía podría condicionar ciertas actitudes sexistas hacia las mujeres

El objetivo del estudio es «examinar cómo la edad de la primera exposición a la pornografía, y la naturaleza de esta exposición predice una relación en torno a dos perfiles masculinos », por un lado el de «playboy», que se asemeja a un comportamiento sexualmente promiscuo, y por otro, el perfil de hombres que «buscan tener poder sobre las mujeres», afirma Alyssa Bischmann, estudiante de doctorado en la Universidad de Lincoln de Nebraska y autora del estudio.

Para la investigación se realizó una encuesta a 330 hombres graduados de entre 17 y 54 años. Los participantes respondían al perfil de hombre blanco, en un 85% de los casos, y heterosexual (93% de los encuestados). Se les preguntó sobre su primera exposición a la pornografía, la edad que tenían cuando ocurrió y si se hizo de forma intencionada, accidental o forzosa. Posteriormente, se les sometió a 46 preguntas sobre roles de género para identificarles con uno de los dos perfiles previamente establecidos.

De entre los encuestados se extrajo que la edad media de la primera exposición es de 13,37 años , siendo la exposición más temprana a los 5 años y la más tardía a los 26. El 43,5% reveló que su primera exposición fue accidental, mientras que para el 33,4% fue intencionada y para el 17,2% fue forzada. El 6% no indicó la naturaleza de la exposición.

«Descubrimos que cuanto más joven es el hombre en su primera exposición a la pornografía, mayor es la probabilidad de que desee tener poder sobre las mujeres», afirma la coautora del estudio, Chrissy Richardson, estudiante de máster en la Universidad de Nebraska. «Cuanto más mayor sea el hombre en el momento de su primera exposición, mayor es la probabilidad de que se adentre en comportamientos de tipo playboy », ha añadido.

Este último descubrimiento «desencadena muchas más preguntas», afirma Bischmann, pues señala que se trata de una revelación «inesperada» comparado con «lo que se conoce sobre roles de género y exposición mediática», ha destacado.

En este sentido, Bischmann destaca que estas revelaciones podrían estar conectadas con variables que no han sido examinadas, como el grado de religiosidad de los participantes, la ansiedad derivada del rendimiento sexual, experiencias sexuales negativas o si la primera exposición fue considerada positiva o negativa. «Es necesario investigar más» , ha afirmado Bischmann.

Por otro lado, la doctora afirma que fue una «sorpresa» que el tipo de exposición no afectase a los roles desarrollados más tardíamente. «Esperábamos que las exposiciones intencionadas, accidentales o forzadas tuviesen diferentes resultados en los perfiles», confiesa.

Por su parte, Richardson afirma que los resultados del estudio revelan que la visualización de pornografía tiene un impacto «real» en hombres heterosexuales, especialmente en lo que se refiere a sus opiniones sobre roles de género.

Por último afirma que conocer más sobre la relación entre el uso que hacen los hombres de la pornografía y sus creencias sobre las mujeres pueden ayudar en acciones de prevención del acoso y asalto sexual, especialmente entre hombres jóvenes que han sido expuestos a al pornografía a una edad más temprana.