El coronavirus contagia en dos meses a más gente en China que el SARS en ocho

Además, se ha cobrado 132 vidas, casi la mitad de las 349 que se llevó en su momento el SARS, que en total mató a 775 personas . Tan altas cifras demuestran la rápida propagación de la epidemia, que se ha extendido por toda China menos el Tíbet y ha saltado al extranjero. En total, se han detectado 75 contagios en 16 países, algunos provocados dentro de sus propias fronteras por ciudadanos chinos que viajaron hasta allí, como ha ocurrido ya en Alemania y Japón.

Lo peor de todo es que la enfermedad continuará propagándose pese a los cada vez mayores controles y la cuarentena en Hubei, que ha confinado a casi 60 millones de personas en una provincia que es algo menos de la mitad de España. A tenor del doctor Zhong Nanshan , jefe del equipo de expertos chinos encargado de contener la epidemia, el número de víctimas e infectados seguirá subiendo hasta alcanzar su pico la próxima semana. «Es muy difícil estimar definitivamente cuándo el brote alcanzará su punto máximo. Pero creo que será en una semana o diez días y entonces no habrá aumentos a gran escala», explicó a la agencia estatal de noticias Xinhua. Para ello, se basa en las proyecciones matemáticas que está haciendo su equipo basándose en los datos y patrones del brote .

Pero otros expertos, como los de la Universidad de Hong Kong, no están de acuerdo con esas predicciones. Calculando que el número de infectados es mucho mayor y supera los 44.000, auguran que el pico de la epidemia no llegará hasta abril o mayo a grandes ciudades como Pekín, Shanghái, Cantón (Guangzhou), Shenzhen y Chongqing. Al mando de dicho estudio, el decano de la Facultad de Medicina y asesor del Gobierno local de Hong Kong, Gabriel Leung, ha advertido de que «tenemos que estar preparados porque esta epidemia puede estar a punto de convertirse en una pandemia global », recoge el periódico «South China Morning Post». En su opinión, la enfermedad no remitirá hasta junio o julio si no se toman «medidas draconianas» para atajarla.

Eso es lo único en que coinciden ambos expertos, que abogan por el endurecimiento de los controles para reducir los movimientos de población y la detección temprana, así como por el aislamiento de los infectados y una cuarentena para los casos sospechosos de dos semanas. Ese es el tiempo que, como máximo, tarda el coronavirus en incubarse, pero el problema es que puede ocultar sus síntomas y transmitirse a otras personas incluso durante dicho periodo. Con esa amenaza, el reto ahora es la operación retorno de las vacaciones por el Año Nuevo Lunar , cuando cientos de millones de personas volverán a las ciudades para trabajar o estudiar. Al igual que durante la operación salida, las autoridades tratarán de limitar dicho movimiento de población, el mayor del mundo, con más restricciones a los transportes y alargando las vacaciones en las empresas y centros educativos.

Mientras tanto, el único consejo es extremar las medidas personales de precaución, como evitar las aglomeraciones, cubrirse la cara con una máscara y mantener una distancia de al menos dos metros con otras personas, ya que el coronavirus no solo se transmite por la respiración sino también por el tacto. Por ese motivo, es conveniente lavarse las manos con frecuencia y no tocarse los ojos, la nariz ni la boca.

La buena noticia es que un equipo de médicos de Hong Kong dirigidos por el profesor Yuen Kwok-yung, uno de los héroes contra el SARS hace 17 años, asegura haber desarrollado ya una vacuna contra el nuevo coronavirus. Pero harán falta varios meses de pruebas en animales y seres humanos para comprobar su efectividad contra la enfermedad. Aunque su nivel de contagio es alto, de dos a tres personas por cada infectado, al menos está resultando menos mortífera que el SARS a tenor de las cifras oficiales. Mientras la tasa de mortalidad de este era casi del 10 por ciento, en el nuevo coronavirus está en torno al 3 por ciento, siempre y cuando sean ciertos los datos que ofrecen las autoridades chinas.