García Tejerina: España tendrá que reducir en un 30% sus emisiones contaminantes

-Los científicos han dicho que es urgente la acción y que la reducción de emisiones debe ser drástica. ¿Cree que las promesas recientes de China y Estados Unidos nos sitúan en el buen camino o son insuficientes?

-El objetivo que todos perseguimos es que la temperatura del planeta no suba más de 2ºC y por eso la Unión Europea, que tiene establecida una hoja de ruta para 2020-2030, se ha marcado un 40% de reducción de emisiones sobre el nivel de 1990. Pero el cambio climático es algo que todos provocamos y a todos afecta. Y la UE solo representa el 10% de las emisiones. La importancia de París es que persigue llegar a un acuerdo que sea jurídicamente vinculante, que obligue a todos, con consecuencias si no se cumple, y en el que todo el mundo participe. La UE sola no puede luchar contra el cambio climático.

-Algunos han querido ver en la puesta en escena del acuerdo de reducción de emisiones de China y EE.UU. un aviso de quién quiere liderar a partir de ahora esta lucha.

-Bueno, primero vamos a ver en qué se materializa, pero sin ninguna duda el hecho de que llegaran a un acuerdo es un paso importante, pues el hecho de que se vayan sumando las grandes economías tiene mucha importancia por el efecto de arrastre que seguro va a tener sobre el resto de países.

-¿Quiere Estados Unidos quitarle el liderazgo a Europa o compartirlo?

-Yo estaría encantada de que nos quisiera quitar el liderazgo, pues eso significaría que iba a poner compromisos encima de la mesa superiores a los que Europa ya ha puesto. Si nuestro objetivo es combatir el cambio climático, bueno es que nos disputemos quién se lo toma más en serio o quién al final asume compromisos más ambiciosos. Esto siempre será positivo y será un éxito de Europa haber provocado que EE.UU. nos siga, incluso si, es su voluntad, nos quiere adelantar. Teniendo en cuenta que EE.UU. y China suman el 43% de las emisiones globales esto significaría que el efecto final de lo que perseguimos será mucho mayor.

-El objetivo de la UE en su conjunto es reducir las emisiones un 40% para 2030. ¿Cómo se dividirá el esfuerzo? ¿Cuál cree que debería ser el esfuerzo justo para España?

-Hemos asumido el compromiso conjunto, y ahora toca decidir el reparto . Estimamos que España tendrá que asumir un esfuerzo que supondrá triplicar el que ya tenemos para 2013-2020, que es reducir un 10% sobre 2005, y ahora podría ser de entre un 25-30% sobre 2005, aunque aún hay que negociarlo a lo largo del próximo año.

-¿Y cómo hará frente el Gobierno a estos nuevos recortes de emisiones?

-Como hemos venido haciendo desde que empezó la legislatura. Este Gobierno siempre quiso afrontar la lucha contra el cambio climático partiendo de que el desarrollo económico y el medio ambiente se necesitan el uno al otro. En la legislatura anterior todo lo que se hizo fue comprar derechos de emisión fuera en vez de reducir en casa. Se gastaron 770 millones de euros en comprar derechos de emisión de CO2 que no tenían ninguna repercusión porque el gasto no era en España, no se producía ningún tipo de inversión. Lo que nosotros hacemos es fomentar inversiones en España que lleven aparejada la reducción de emisiones, como los proyectos Clima , que han creado más de 4.000 puestos de trabajo; los planes PIMA para la compra de vehículos menos contaminantes o el Registro de Huella de Carbono . Estimulando este tipo de inversiones estamos cambiando el modelo económico hacia uno bajo en carbono, pues son inversiones en España que generan empleo aquí. Y por este camino iremos. La compra de derechos de emisión será el último recurso al que recurrir.

-Pero habrán servido también para cumplir con Kioto.

-En enero de 2012 la entonces comisaria europea de Cambio Climático, Connie Hedegaard , envió una carta advirtiéndonos de que no íbamos a cumplir con Kioto porque España tenía un desfase acumulado de 143 millones de toneladas de CO2. Hoy podemos decir que, a la espera de la verificación de la ONU, España va a cumplir con el primer periodo de compromiso de Kioto y lo hacemos con reducciones efectivas dentro de España.

-¿Y cuánto empleo puede crear esa transición hacia la economía verde?

-La Comisión Europea estima que la economía verde podría crear unos 20 millones de empleos para 2020. En España, nuestra hoja de ruta en los sectores difusos para ese año calcula que reducir un 10% las emisiones de transporte, agricultura, residuos y vivienda podría crear 45.000 empleos al año.

-Las predicciones de aumento del nivel del mar para España son preocupantes y los científicos dicen que es urgente prepararnos. ¿Qué medidas contemplan?

-Este es el primer año en que en el presupuesto hay una partida específica de adaptación. Está dotada con 12 millones de euros y está dirigida sobre todo a proteger zonas costeras, regenerar playas, asentamiento de dunas... Hemos hecho un estudio del potencial impacto del cambio climático en la costa y ahora veremos dónde centrar las primeras medidas. Además, la ley de Costas introdujo que todo proyecto en la costa tiene que incorporar un estudio de adaptación al cambio climático, además de establecer la posibilidad de declarar tramos en regresión, donde habría que adoptar medidas de especial protección.