Once trucos para dormir sin aire acondicionado en plena ola de calor
Desde ABC te proponemos algunos consejos para hacer frente a esta ola de calor sin disparar tu gasto energético
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Estar en torno a 18ºC es la temperatura ideal para dormir
La temperatura es un factor muy importante que condiciona nuestro descanso. Dormir plácidamente en verano y más concretamente durante una ola de calor como la que estamos atravesando, puede resultar muy complicado. Y es que el calor no sólo afecta al sueño como ... tal, sino que también interfiere en la calidad del mismo. Aunque de igual manera ocurre con el frío, ya que una temperatura demasiada baja también va a empeorar nuestra calidad del sueño. Es por eso que la temperatura ideal de la habitación para disfrutar de un plácido sueño debe estar entre los 15 y los 22 grados.
De hecho, cuando la temperatura sobrepasa los 26ºC se activa la sudoración en el organismo, provocando una mayor incomodidad que dificulta gravemente el sueño. Además, los vasos sanguíneos se dilatan para favorecer la circulación de la sangre y bajar la temperatura corporal, provocando que el cerebro pase a un estado de alerta que complica la facilidad para coger el sueño. Por lo general, estar en torno a los 18ºC es la temperatura ideal para dormir, ya que garantiza que el cuerpo no se caliente demasiado pronto al amanecer y la transición a despertarse sea más liviana.
Y es que la temperatura corporal y la de la habitación influyen significativamente en el sueño. Cuando duermes, el sueño atraviesa varias etapas. La primera se produce cuando se pasa de la conciencia al sueño ligero. A continuación, en las siguientes etapas, la temperatura del cuerpo debe descender en torno a dos o tres grados para poder alcanzar el estado de sueño profundo. Sin embargo, si la temperatura de la habitación es demasiado alta, al cerebro le resulta difícil saber si está despierto o dormido, lo que puede afectar directamente a la calidad del sueño.
Evidentemente, la solución más obvia para este desfase de temperaturas es encender el aire acondicionado y disfrutar de un sueño profundo y tranquilo, pero el importante gasto energético que conlleva, unido a los altos precios actuales de la luz, hacen que este recurso no sea accesible a todo el mundo. Es por eso que desde ABC te proponemos algunos consejos para dormir mejor sin que se dispare tu factura de la luz:
Consejos para dormir más fresco
• Mantén las cortinas y persianas cerradas durante el día. La oscuridad favorece que una habitación esté más fresca, por lo que con este movimiento se consigue una temperatura más agradable que si el cuarto estuviera expuesto a la luz solar.
• Toma una ducha caliente antes de acostarte. Lejos de lo que pueda parecer, darte una ducha caliente antes de acostarte puede ayudar a reducir el calor. Creerás que ducharte con agua fría es más conveniente, pero cuando esto ocurre, el cuerpo disminuye rápidamente el flujo sanguíneo a tu piel. Sin embargo, cuando el flujo sanguíneo vuelva a aumentar también volverá el calor. Una ducha caliente, en cambio, aumenta el flujo sanguíneo a la piel y la pérdida de calor del cuerpo.
• Apaga luces y dispositivos electrónicos. Durante el verano hay más luz por el día, así que debemos aprovechar la luz solar y gastar lo menos posible en casa, ya que todas las bombillas desprenden calor. Del mismo modo ocurre con los aparatos electrónicos, por lo que debemos mantener apagados los dispositivos electrónicos lo máximo posible, ya que emiten luz y calor que no favorecen un buen sueño.
• Ventila bien la habitación. Parece algo evidente, pero es altamente recomendable dejar las ventanas abiertas por la noche para que entre la brisa fresca. Es cierto que muchas veces, dadas las altas temperaturas, esta medida puede resultar insuficiente, pero porque lo habitual es abrir la ventana una vez vamos a acostarnos y no cuando empieza a anochecer, que es el momento en el que hay que hacerlo para que el cuarto vaya refrescándose.
• Cena de forma ligera. Cuando estamos haciendo la digestión la temperatura corporal sube, por lo que el estómago trabajará menos si las cenas que tomamos no son copiosas.
• Echa mano de un ventilador. Los ventiladores son más baratos que el aire acondicionado, por lo que resultan una muy buena opción para extraer el calor de la habitación e incluso expulsarlo por la ventana abierta. Además, si pones un bol con hielo frente al chorro de aire, éste llegará ligeramente más fresco.
• Elige un buen colchón. Un colchón moderno, actual y alta calidad suele disipar el calor de tu cuerpo de forma mucho más eficaz que otras alternativas.
• Bebe más agua. Bebe un vaso de agua fría antes de acostarte para que tu cuerpo se hidrate y llévate una botella de agua a la cama para refrescarte a lo largo de la noche. De esta forma te repondrás de la pérdida de agua debida al sudor.
• Duerme sobre hielo. Al igual que se suele hacer con los golpes y torceduras, es un buen consejo coger una bolsa de hielo del congelador, envolverla en un paño y colocarla donde te resulte más cómodo. El frío se desplazará rápidamente por todo el cuerpo y notarás la diferencia de temperatura casi al instante.
• Presta especial atención a la ropa de cama. Es aconsejable utilizar ropa de cama transpirable, ya que la ropa de cama ligera y de buena calidad es transpirable, lo que significa que no atrapa el calor del cuerpo. Además, también se recomienda usar sábanas blancas o de colores claros, ya que al igual que la ropa, los tonos claros reflejan la luz y se mantienen más frescos que los oscuros. Como último recurso, también puedes congelar tus sábanas. Dobla las sábanas en una bolsa de plástico y mételas en el congelador sin dejarlas demasiado tiempo.
• Mantén la distancia. Para los que duerman solos no hay problema, pero los que duermen acompañados si mantienen cierta distancia evitarán la temperatura corporal que provoca el contacto físico.
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