La defensa del acusado del crimen machista en San Juan: El asesino de Loli Ortiz «sigue en la calle»

Este lunes ha dado comienzo el juicio con jurado contra Abel, un conocido delincuente y toxicómano de San Juan , por asesinar a la que fuera su pareja sentimental, quien también estaba sumida en el mundo de las drogas. La Fiscalía pide para el acusado 20 años de cárcel por el asesinato .

Mientras los abogados que representan los intereses de la hija de la víctima y de la madre y hermano de la misma solicitan enter 25 y 27 años de prisión, al considerarlo también culpable de un delito de violencia habitual o maltrato , pues para estos letrados de la acusación Abel maltrató, sometió y vejó a Loli durante su relación y en los años posteriores, cuando continuaban viéndose. De hecho, uno de los abogados ha asegurado que la obligaba a prostituirse para ganar dinero y poder comprar drogas .

Ni la Fiscalía ni los abogados personados en esta causa, incluido el defensor, han intentado durante la exposición de las alegaciones discutir los hechos que se van a juzgar : el asesinato de Loli Ortiz, quien a sus 34 años perdió la vida tras recibir más de 23 golpes en la cara y en el cráneo con un objeto contundente y duro.

Si bien, mientras la representante del Ministerio Público, los dos abogados de la acusación particular y la abogada de la Junta de Andalucía como acusación pública apuntan a la culpabilidad de Abel M.L., su defensa asegura que «ninguna prueba acredita» que sea su cliente el autor de los hechos. Y ha advertido de que durante el juicio «no se va a acreditar quién fue el autor» .

El abogado defensor ha expuesto que Abel y Loli dejaron de ser pareja hace diez años, apuntando que ella tenía un nuevo novio. La madrugada de los hechos, «Abel estaba en su casa durmiendo» .

«No hay pruebas contra él», ha insistido, al tiempo que ha puesto sobre la mesa que en este crimen se barajaron diferentes líneas de investigación , que luego se abandonaron y que durante la vista oral tratará de explicar. Abel fue detenido a mediados del mes de junio por la Policía Nacional, cuatro meses después del asesinato y tras varias manifestaciones de la familia y amigos de la víctima reclamando la búsqueda del criminal.

« El autor de los hechos no es Abel, está en la calle », han sido las últimas palabras del abogado defensor antes de dar por concluida la sesión de este lunes del juicio con jurado, que continuará este martes con el interrogatorio del único acusado, quien a pregunta de la magistrada-presidenta ha manifestado que se considera «inocente» de los cargos que se le imputan.

La relación entre víctima y acusado se rompió allá por 2010, pero continuaron viéndose hasta meses antes de su asesinato . Él, como han señalado los abogados de la familia, se aprovechaba de los sentimientos de Loli hacia él para utilizarle y que ella fuera a comprar los puntos de venta de drogas del pueblo.

Según la Fiscalía, le quitaba el dinero o las dosis que la misma mujer conseguía. A veces, la agredía. Esta actitud violenta provocó que ella, meses antes de su asesinato, tuviera miedo a encontrárselo por la calle. Se escondía de él por esta conducta.

En plena madrugada del 1 de febrero del pasado año, cuatro días antes del cumpleaños de la víctima , entre las cuatro y media y las cinco y media, el acusado se encontraba las inmediaciones de la plaza Blas Infante de San Juan. Allí vio a Loli sentada a resguardo del viento en una esquina con muro de la citada plaza, consumiendo droga.

Aprovechó estas circunstancias para comenzar a golpearla con un objeto contundente, de peso y al menos con un borde, según la Fiscalía. Los familiares de la víctima llegaron a comentar que podría haber usado una alcantarilla . «De forma sorpresiva, le asestó más de 23 golpes en la cara».

Una vez que ella cayó al suelo, el acusado «la remató por detrás, golpeando sin control y con inusitada fuerza el cráneo posterior de a víctima, causándole heridas incompatibles con la vida». Sufrió traumatismo craneoencefálico severo.

Pasaron las semanas, y los meses, hasta que a mitad de junio la Policía Nacional detuvo a Abel, de 39 años. Más de cuatro meses de investigación que les llevó al submundo de los trapicheos de drogas y a una zona muy complicada para obtener información fidedigna como es la Esquina del Gato , donde impera la ley del silencio.

Ante el juez de Instrucción número 10 de Sevilla, Abel negó la autoría del crimen. En el marco de la investigación por el crimen, fue localizado en la cárcel , donde estaba preso por apuñalar a un policía nacional.

De hecho, el 29 de febrero , semanas después del crimen de Loli, ABC informó del arresto de Abel. La Policía lo había arrestado por cometer numerosos robos en la zona de la Esquina del Gato . A uno de los agentes le clavó un punzón que por suerte sólo le dejó al funcionario una herida superficial.