La factura andaluza del Covid: una caída histórica del PIB pero no del empleo

Tras este tropiezo inesperado, la economía andaluza ha roto con seis años consecutivos de crecimiento y deja un borrón en la estadística: 2020 es el peor ejercicio para el PIB regional desde el inicio de la serie histórica en 1995.Hasta este año fatídico, la contracción más acentuada se había producido en 2009 , (un -3,6%), en el contexto de la Gran Recesión de 2008.

La estimación oficial —todavía provisional— de caída de la producción en 2020, que sitúa a Andalucía en mejor posición que la media nacional, contrasta con los cálculos de servicios de estudios como BBVA Research y el Observatorio Económico de Andalucía , que coinciden en que el PIB regional se hundió el año pasado un 11,8%, ocho décimas más que el promedio.

Un repaso a los indicadores económicos que deja el virus refleja luces y sombras en la evolución de la economía andaluza con relación a la media española; y también muestra, por ejemplo, que el castigo al mercado laboral ha sido menos lacerante que el que se produjo en la crisis de 2008. Así, la reducción del empleo, medida en el número de cotizantes a la Seguridad Social , ha sido mucho más suave en comparación con la caída del PIB en Andalucía y mejora el registro nacional. En concreto, la comunidad autónoma ha perdido 43.543 afilados en un año (el dato es de febrero a febrero, el más actualizado), lo que representa un descenso del 1,39% frente a una caída media en España del 2,08%. Estos registros distan mucho de la pérdida de empleo en la crisis anterior que superó en algunos años el 6%.

La contención de puestos de trabajo es el efecto de las medidas extraordinarias adoptadas por la autoridad laboral durante la pandemia, como la extensión de los ERTES , que ha logrado suspender el empleo sin destruirlo. Hay que tener en cuenta que los trabajadores afectados por regulaciones de empleo en 2020 (ERTES y ERES) aumentaron en Andalucía más de un 2.300% , con un total de 127.081 afectados, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Seguridad Social. Esta profusión de ajustes laborales duplica la media: en España 1.017.789 trabajadores sufrieron regulaciones de empleo el año pasado, un 1.044% más que en 2019.

En términos de paro, sin embargo, el último registro del Ministerio de Trabajo refleja que la crisis del Covid ha causado más daño en Andalucía, donde el número de desempleados ha crecido un 24,2%, hasta superar el millón por primera vez después de seis años por debajo de ese listón. En España, donde también se ha cruzado una barrera psicológica, la de los cuatro millones de parados, el desempleo ha aumentado un 23,5%, siete décimas menos que en Andalucía. (Dato también de febrero).

El mejor comportamiento de las ramas agrícolas de la economía andaluza , de la construcción y los servicios (pese al hundimiento del turismo y la hostelería), junto al mayor peso del sector público regional, explican que el PIB andaluz haya aguantado algo más que el promedio. En el caso de la agricultura se ha notado un repunte significativo de perceptores del subsidio agrario (+4%), con 466.720 beneficiarios.

Hay indicadores que atestiguan el mayor impacto de la pandemia en Andalucía, como el descenso de los turistas extranjeros (-91,7% frente al 89,4% en España); o la licitación pública , que se redujo el pasado año en la comunidad un 74,25%, más del doble que la media nacional (-34,3%), según los datos de la patronal Seopan. La producción industrial también tiene un comportamiento regional más negativo, al contraerse un 3,8% frente a una variación anual positiva del 2,9% en España, según el último apunte del INE.

También hay datos engañosos, como el de actividad concursal , que muestran descensos de las insolvencias en esta coyuntura de crisis (del -32% en Andalucía y del -14% en España). Esta discordancia está vinculada a la moratoria sobre los concursos de acreedores, una de las medidas que se han adoptado para contener una sangría por este frente, que se acababa el 14 de marzo y que ha sido prorrogada.

En posición más favorable queda Andalucía en otras estadísticas como las exportaciones , que caen un 12,23% frente al 14,7% de media; la compraventa de viviendas (un -16,3% frente al -17,7%); la creación de empresas (-12,2% frente al -15,5); o las hipotecas sobre viviendas (-2,5% frente al -14,8%).

Manuel Ángel Martín, doctor ingeniero naval, titulado en Ciencias Económicas y Empresariales y diplomado en Alta dirección de Empresas por el Instituto Internacional San Telmo, preside el Consejo de Economía, Fiscalidad y Financiación de Pymes de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). En su opinión, «existen ciertas evidencias de que la especialización productiva en sectores muy dependientes de la movilidad y del consumo privado, como son el turismo y la hostelería, podrían haber hecho que Andalucía se viera, no menos, sino más afectada. Pero es prematuro afirmarlo», subraya.

Para este experto, «lo relevante es que la pandemia y las contra medidas públicas tienen efectos retardados, tanto positivos como negativos, algunos difícilmente previsibles». Por tanto, considera que «hay que esperar. Y actuar. Si la resistencia se considera en función de la salud previa del “cuerpo” económico, el paciente andaluz no estaba en las mejores condic iones de productividad, déficit o crecimiento para aguantar un shock como el que la pandemia supone», razona.

Manuel Alejandro Hidalgo , profesor de Economía de la UPO, economista senior de Esade y ex-secretario general de Economía del Gobierno andaluz, cree que en esta crisis hay algo que favorece a Andalucía: «Tenemos una economía en la que los pesos de los distintos sectores son ligeramente diferentes a la media española y eso nos ha beneficiado . Uno podría pensar que el turismo pesa mucho y que, como es uno de los grandes damnificados, tendríamos que haber caído más, pero, paradógicamente, y al contrario de lo que la gente piensa, el turismo en Andalucía es importante pero no lo es mucho más que en la media española y está muy, muy lejos de lo que pesa en regiones como Baleares, Canarias o incluso de Cataluña», explica. En paralelo, Hidalgo señala que en la región destacan otros sectores que han sufrido menos la pandemia, como la agricultura y determinados servicios. «Si sumas todo tienes un saldo positivo a favor de Andalucía», afirma.

Otro factor que explica «el relativo mejor comportamiento de la economía andaluza», apunta Hidalgo, es que las medidas de contención del virus en la segunda ola de final de año «fueron algo más abiertas, más permisivas en Andalucía, y eso nos ha dado ese pequeño impulso positivo en comparación con España».