Félix Almagro: «Estudias ADE y no sabes montar una empresa ni qué es una nómina»

Por otro lado, teme que las ganancias de las compañías se vean cada vez más mermadas con medidas como la reducción de la jornada laboral o la subida del SMI. «Las empresas no son ONG, el dinero es nuestro y hay que tener beneficios», defiende, a la vez que avisa de que «se montarán menos firmas y son ellas las que crean empleo».

–¿Por qué no hay más empresarios?

–No hay cultura emprendedora ni en Andalucía ni en España. Estudias empresariales y no sabes montar una empresa. Se enseñan millones de cosas, que están muy bien, pero no te dicen tienes que ir allí a darte de alta o hacer tal trámite. Es más, ni sabes qué es una nómina. Considero que la cultura emprendedora se debe desarrollar desde la escuela. En AJE vamos por los colegios e instituciones hablando de nuestras experiencias empresariales. Al final, se acaba emprendiendo cuando ya has estudiado, te has formado muy bien, has entrado en una empresa y has visto la posibilidad de montar la tuya propia. Cuando eso pasa tienes ya 35 años.

–Ahora Andalucía es líder en creación de autónomos. ¿Cuánto hay de vocación emprendedora y cuánto de alternativa no encontrar hueco en el mercado laboral?

–Durante la crisis, el 70% de las personas que atendíamos se hacían autónomas porque no tenían más remedio. Hoy día es porque creen en ello y quieren montar su empresa. Todo el mundo dice que es por ganar más dinero o dedicarle menos tiempo, pero al final tienes que estar pendiente los 365 días del año, las 24 horas. Eso sí, puedes estar pendiente estando de vacaciones o pasar la noche del lunes en otra ciudad si te apetece. Es una ventaja que tiene el autónomo frente a una persona asalariada. Ahora sí, notamos que quien emprende es por vocación.

–¿Cuál es el mayor reto del joven empresario andaluz?

–No tener que salir. El gobierno andaluz ha entendido que la empresa es uno de los pilares fundamentales del desarrollo. Antes pensábamos que para ser grandes nos teníamos que marchar fuera. Uno de los retos actuales es que ya podemos hacerlo dentro de nuestra ciudad, pero aún hay gente que no comprende que seamos empresarios.

–¿Qué está queriendo decir?

–Hay gente que no entiende que seas empresario y te hagas grande dentro de tu tierra. Mucha gente desconfía y es capaz de comprar tu producto a otro antes que a ti aunque tú seas un empresario de la zona. Tenemos que hacernos publicidad a nosotros mismos.

–¿Qué diagnóstico hace del ecosistema emprendedor actual?

–Como decía, antes se tenía el pensamiento de que tenías que salir fuera si querías ser grande. Ahora el ecosistema ayuda a que no tengas que salir y, de hecho, como salgas te apedrean. Aquí tienes todos los medios para poder hacerlo bien. Además, hay grandes empresas están viniendo a Andalucía y buscan firmas locales como proveedores.

–¿El mayor problema del tejido empresarial?

–El tamaño. Cuando viene una crisis las primeras que se resienten son las micropymes. Si no crecen en volumen, cuando vuelva otra –porque son cíclicas– lo lógico es que se resientan mucho más las pequeñas.

–El tamaño importa. ¿Qué propone?

–El intraemprendimiento. Consideramos que hay mucha gente que no emprende porque no tiene formación empresarial o no cuenta con los recursos económicos suficientes. Si una persona empieza a trabajar dentro de tu empresa y tienes un servicio subcontratado, a lo mejor puede ofrecértelo montando una compañía en paralelo. Sería una de las soluciones. También la liberación de impuestos para consolidar las empresas. Emprender es fácil porque las instituciones te apoyan o tu padre te puede dejar 2.000 euros, pero cuando llevas tres años ya te consideran una empresa y casi no hay ayudas. El crecimiento tiene que ser a pulmón. Si te presta dinero tu padre tiene que presentarlo en la declaración y si se lo devuelves, hay unos intereses. A lo mejor le pides 10.000 euros para una cochera y te dice que sí, pero no para un negocio.

–¿Qué hay sobre aquellos a los no les pueden prestar los 10.000 euros?

–Hay ciertos bancos que te cobran intereses altos, y con razón, pero no tienes que presentar un aval. Si crees en tu proyecto, dentro de tu plan de negocio puedes pagar esos intereses. Para quien no tenga dinero, hay muchos fondos de inversión e inversores privados a los que todavía puedes ir. Las instituciones también tienen líneas de apoyo económico.

–Pero es un hándicap no contar con respaldo familiar.

–Sí, vas a los premios que organizamos en cada provincia y ves cómo esos candidatos no van acompañados de sus padres, a lo mejor sí con su pareja. Cuando el padre es empresario va a los eventos y los siente como algo diferente.

–¿Su objetivo como presidente los jóvenes empresarios de Andalucía?

–Acercar AJE a las ocho provincias y rejuvenecerla. El joven cada vez emprende más tarde. Nuestro reto es acercarnos a los menores de 30 años. Le preguntamos a un joven por qué no venía a los desayunos y nos decía que acababa de montar su empresa y es un hombre orquesta, lleva todos los departamentos. No puede estar por la mañana en un evento. Yo puedo permitirme el lujo porque ya tengo una estructura de personal, pero no nos damos cuenta. Y, por último, estrechar las relaciones institucionales y ser una voz más que escuchada.

–¿Lo sois?

–Estamos trabajando en ello. Con la Junta hemos avanzado bastante y, en particular, con la Consejería de Universidad. Vamos por el camino de que nos escuchen más.

–¿Consideráis que se os toma menos en serio por ser jóvenes?

–Sí, totalmente. Nuestro nombre invita a que somos pequeñitos, jóvenes… Siempre digo lo mismo, dentro de AJE te encuentras un autónomo autoempleado o una empresa que factura 600 millones de euros. El nombre incita a que somos la hermana pequeña de los empresarios, pero hay muchos jóvenes que son más fuertes que otros con una trayectoria de 40 o 50 años.

–Una debilidad y una fortaleza de AJE.

–La fortaleza son el tamaño y la cercanía. Hacemos 'afterwork' los viernes, congresos… Como debilidad, el nombre no incita a que nos tomen en serio.

– ¿Habrá nuevo nombre?

–No hay nada seguro, se baraja Juventud Empresaria… Joven empresario da lugar a dudas sobre si el joven es el empresario o la empresa. Imagina alguien que decide emprender con 50 años... En épocas de crisis criticábamos que mucha gente ha tenido que emprender como única solución. Recomendamos a mucha gente que no lo haga. Les hacemos un plan de negocio y vemos que a lo mejor su idea es muy buena, pero no tiene cabida en el mercado nacional o local. También les ponemos en contacto con otros emprendedores.

–¿Qué papel dan a AJE las asociaciones de los grandes como la CEA y Cesur? 

–Antes había lazos más estrechos, pero se frenaron durante la pandemia. Estamos retomándolos. Nosotros hemos estado trabajando internamente en unirnos y la CEA en otros asuntos. Digamos que no nos hemos llamado, pero ahora nos estamos llamando.

–¿Qué pueden hacer las administraciones para facilitar la actividad empresarial?

–Tenemos un grave problema porque el Gobierno nos está machacando a las empresas. Queremos lo mejor para los trabajadores, pero la rentabilidad de las empresas ha bajado un 10%. No hemos podido encarecer nuestras ventas en más de un 10%. Si ahora subimos seis puntos más el salario con menos jornada... Las empresas no somos ONG, el dinero es nuestro y quien monta una es para tener beneficios. Parece que está mal decirlo. Si cada vez los beneficios van bajando más, se montarán menos empresas, que son las que crean empleo. No necesitamos ni que nos ayuden, sí que haya estabilidad

–¿Y en Andalucía?

–Estamos dando pasitos, pero es cierto que en algunas Consejerías a los jóvenes… Por ejemplo, se ha presentado en Sevilla el Plan de Empleo Juvenil y la voz del joven empresario no se ha tenido en cuenta. Te choca porque nosotros somos generadores de empleo y deberíamos de estar en el seguimiento. Debemos tener más presencia en las decisiones de esta región. ¡Si los jóvenes no se quedan y no emprenden, la región se empobrece cada vez más!

–Va a cumplir 39 años y es la asociación de jóvenes…

–A los 41 años me voy, tenemos esa limitación de edad. Siempre digo lo mismo, como presidente cuando entras debes pensar en quién te va a sustituir. El problema es que los presidentes rotamos mucho porque tenemos mucha edad. Cuando eres muy joven no puedes dedicarle mucho tiempo a la asociación porque lo primero es tu empresa. Hay que buscar un híbrido.