Sorolla volverá al Alcázar de Sevilla con una gran exposición

La idea es que esta exposición esté varios meses en el Palacio Gótico, adecuando la estancia y, además, que la sala de la muestra se relacione con un itinerario exterior en línea con los lugares donde pintó Sorolla, de los que quedó maravillado en sus tres visitas.

Las colecciones que posee el Museo Sorolla, de propiedad del Ministerio de Cultura, constituirán la base de esta importante exposición comisariada por el propio director del museo, Enrique Varela, que trabajará con el equipo del centro y el Alcázar en su diseño y organización.

ABC ha tenido acceso al proyecto de la muestra, que hace una introducción para comprender la vinculación del pintor valenciano con la capital hispalense, que visitó por primera vez en 1902, con casi 40 años de edad, ya en su madurez artística. Viajó también a Cádiz y Córdoba, pero fue en Granada y en Sevilla donde investigó y asimiló los rincones que luego inspiraron sus obras. Según el documento, «no volvió entusiasmado de esa primera incursión porque por algún motivo no le gustó el carácter de algunos aristócratas andaluces ni algunas de las costumbres culturales, como el flamenco y los toros».

Sin embargo, fue en su segunda visita cuando toda su percepción cambió «y quedó fascinado por el color de esta tierra, por sus más bellos lugares, por los jardines, la luz y la calidez andaluza». Cuentan que era frecuente verle caminar cerca de los monumentos con un cuaderno en el que desarrollaba sus bocetos. Y, a partir de ahí, le siguieron muchas visitas más. «Su fascinación se extendía al retrato de las costumbres, calles y rincones».

Su último viaje fue en 1918, para terminar sus pinturas sobre los jardines del Alcázar. Es por ello por lo que cobra sentido la visita por el exterior del palacio, para comprender lo que Sorolla pintó. Para ello, el Alcázar utilizará el trabajo realizado por el profesor de Fotografía Antonio González Alba, amante de la obra de Sorolla, al que ha estudiado durante décadas y enseñado a sus alumnos.

González Alba tiene un plano en el que sitúa un importante número de cuadros del pintor en sus tres visitas de 1908, 1910 y 1918 en los jardines del Alcázar: 'Alberca del Alcázar de Sevilla'. 'Antiguo jardín del Alcázar de Sevilla', 'Tarde de sol en el Alcázar de Sevilla', 'Fuente de Felipe II en el Alcázar de Sevilla' o 'Patio de Danzas', donde algunos de los 19 espacios que pintó in situ Sorolla en aquellos años.

«Yo empecé en 2022, siendo profesor de Fotografía en Bellas Artes. Siempre he tenido mucha afición por Sorolla y su pintura. De sus tres viajes más importantes fui localizando las estancias acudiendo al palacio para documentarlas», explica González Alba a ABC.

Su método era el inverso al de Sorolla. Viendo el cuadro, fue comprobando los elementos arquitectónicos que aparecen para vincularlos con el espacio concreto donde los pintó, hasta encontrar el punto exacto. Veía el cuadro en una foto con la perspectiva en la que fue pintado.

Ese será el itinerario exterior que se seguirá en esta exposición, para la que aún no hay una fecha concreta de inauguración, ya que todo está en fase de negociación.

No es la primera gran exposición que se organiza en Sevilla sobre el pintor valenciano. En 2017, el CaixaForum acogió la muestra 'Sorolla. Un jardín para pintar', que mostró a través de 170 obras la mirada del artista sobre el Real Alcázar de Sevilla y la Alhambra de Granada.

Fue la primera muestra de la programación ordinaria del CaixaForum recién inaugurado en Torre Sevilla y, además de cuadros, se colocaron bocetos para realización de su jardín en Madrid, dibujos, azulejos que coleccionó el artista y con los que realizaba composiciones para su casa, esculturas de Benlliure que poseyó y fotografías que muestran la construcción del que se convertiría, a su muerte, en el Museo Sorolla.

La diferencia con la exposición que se organiza ahora en el Alcázar es que se vincula directamente con los lugares que pintó. De hecho, la fuente que Sorolla ubicó en su jardín madrileño fue un regalo de la condesa de Lebrija, quien le obsequió además con un cuadro de la escuela de Ribera y que se conserva en el Museo, a cambio del retrato que el pintor valenciano le hizo a la aristócrata.

Fue tanta la vinculación que tuvo Sevilla con Joaquín Sorolla que la capital hispalense erigió un monumento al pintor antes incluso que el que le dedicó su ciudad natal, Valencia. El 10 de agosto de 1923, en la prensa salía publicado en la sección 'El noticiero sevillano' una extensa noticia titulada «En los jardines de las Delicias. Inauguración del monumento a Sorolla». Fue por iniciativa de Bellas Artes del Ateneo, y hace referencia a que es «el primero que se levanta en España para perpetuar la memoria del eximio artista», justo en el año en el que falleció.