M-Clan triunfa en Sevilla con su minimalismo rockero de altos vuelos

Por ende, ante la considerable bajada de rentabilidad, muchos solistas y no pocas bandas han optado por disminuir el número de integrantes para las giras de este esperanzador verano de 2021. Aun siendo preocupante, llama poderosamente la atención observar cómo hay casos en los que esta vuelta de tuerca sienta de maravilla .

Es exactamente lo que le ocurre a M-Clan . Lejos de ver mermada sus prestaciones sobre el escenario, los murcianos han hecho de la necesidad virtud. Hasta el punto de armar una sólida gira de más de un año con la que triunfan allá donde van gracias a una propuesta en formato dúo acústico perfectamente estudiada y trabajada.

El gran Carlos Tarque (voz, armónica, pandetera y cajón flamenco) y Ricardo Ruipérez (guitarra y coros) han sabido poner a crecer nuevas pieles, nuevas formas, nuevos resquicios sonoros de su propio repertorio, siempre buscando la máxima expresión con los mínimos medios . Y vaya si lo consiguen. Además, sin dejar de hablar el mismo lenguaje que los grandes de la música americana de raíz, la marca de la casa.

De todo ello dieron buena cuenta anoche en su concierto de Sevilla, donde brindaron un espectáculo brillante y sin fisuras. La cita en la Plaza de España supuso, además, la clausura de la tercera edición del Singular Fest , una propuesta cultural muy cuidada que afortunadamente ha sobrevivido a la pandemia y a la que se le augura larga vida.

Abrieron fuego con `Filosofía barata´ , tema inaugural de `Sopa Fría´, uno de los álbumes más redondos de la banda murciana, y con el que se meten al público en el bolsillo con ese “piensa que mañana hoy será ayer” que invita a disfrutar del momento. Continúan con `Souvenir´ y `Para no ver el final´, temas que sirven de antesala para uno de los grandes momentos de la noche: `Llamando a la tierra´ , la poderosísima versión que hicieron en 1999 de `Serenade´, de Steve Miller Band, el tema que les catapultó a la fama y que sigue siendo santo y seña de los murcianos. «Suena un poco a rumba», adelanta Tarque en los primeros acordes mientras toca el cajón flamenco.

Siempre fiel a su estilo, con una arraigada obsesión artística por la autenticidad , el camino en el que se han labrado más de un cuarto de siglo de carrera ha sido largo y no exento de dificultades, aunque siempre en línea recta, de ahí que M-Clan sea actualmente uno de los diques de contención más firmes del rock en castellano.

Un reflejo de que el trayecto no siempre fue fácil queda plasmado en la intro que hizo Tarque antes de interpretar `Perdido en la ciudad´ : «Este tema es del pleistoceno de M-Clan, recuerdo que lo tocamos muy cerquita de aquí, en la Fan Club , ante 16 personas».

Carlos Tarque es un animal del escenario , un artista de raza, un cantante con alma que elige con milimétrica precisión cuándo debe imponerse sobre la canción y cuándo dejar que ésta modele su identidad. Aunque su especialidad es el rock sureño , también factura con maestría baladas y géneros anejos. Dentro de esos parámetros, su voz rasgada luce incontenible. Y más si cabe en este formato acústico que le sienta de maravilla.

Anoche brilló con luz propia en `Calle sin luz´, en la desgarrada `Roto por dentro´ y especialmente en `Miedo´ y ´Las calles están ardiendo´ , a la que le intercala un fragmento de `The wall´ (Pink Floyd) y abrocha con un guiño a `La leyenda del tiempo´ (Camarón) . Esta misma operación, la de insertar trozos de otras canciones, la repetiría más tarde en el excelso cover de Rod Steward `Maggie despierta´ (`Te quiero´, de Andrés Calamaro) y en `Quédate a dormir´ (la `Escuela de calor´ de Radio Futura).

Por suerte, la noche estuvo bien cargada de momentos estelares, y no faltaron en la recta final, donde el éxito `Carolina´ y `Concierto salvaje´ pusieron el punto y final a un concierto que hizo disfrutar de lo lindo al público sevillano que se dio cita en la Plaza de España y que prácticamente completó el aforo habilitado.