José María Cabeza, nuevo académico numerario de Santa Isabel de Hungría

Bellas Artes tenía tres vacantes dentro de sus numerarios, una en Arquitectura y las otras dos en Música y Artes Escénicas, por lo que la academia inició un proceso para cubrir esos asientos. El martes se celebró el Pleno Extraordinario.

Cabeza, que fue director conservador del Real Alcázar desde 1990 hasta 2008 , comenta sentirse muy satisfecho después de haber sido designado numerario. «A mí me nombraron académico correspondiente en Carmona en junio de 2019 . Tomé posesión en diciembre de ese mismo año con un discurso que ya está publicado y que trataba sobre el tema “Aparejadores, ayer y hoy” . Ahora tengo un año para tomar posesión de mi plaza, por lo que aún dispongo de bastante tiempo para prepararme otro discurso de ingreso», comenta.

«Para mí es un honor, pero también supone un compromiso. De hecho, en la sección de arquitectura están personas de un gran reconocimiento, como Rafael Manzano , Antonio Cruz , Ramón Queiro , Emilio Gómez Piñol , Gonzalo Díaz y Recasens y José Luis García López ». «Es una distinción que agradezco, ya que, por encima de lo personal, se trata de la primera vez que sale elegido un académico numerario que es aparejador y que se va a sentar en la sección de Arquitectura. Salvo Gómez Piñol, que es historiador, los demás son arquitectos».

Por otra parte, Cabeza asegura que un factor determinante para que lo nombraran académico de Bellas Artes fue que en el año 2014 el Ministerio de Educación y Cultura le otorgara el Premio Nacional de Restauración y Conservación de Bienes Culturales . «Era la primera vez que un aparejador alcanzaba esa distinción y ahí fue decisivo el trabajo que realicé al frente del Alcázar durante 18 años».

Asimismo, confiesa ser «muy afortunado por haber trabajado en lo que me gusta». «He tenido la suerte de desarrollar una vida profesional muy entera sin haber sufrido ningún riesgo físico y jurídico. He intervenido en más de 350 obras sin ningún conflicto».

La carrera de Cabeza fue también reconocida en 2017 cuando la Unión Profesional de España le concedió en el Senado una distinción a través de los consejos generales de los colegios profesionales de España. « A mí me propuso el Consejo General de Arquitectura Técnica de España entre 60.000 aparejadores . Todos los elegidos teníamos publicaciones», afirma.

Este aparejador, que fue asimismo distinguido con el título de Hijo Adoptivo de Carmona en 2017 por la gran vinculación que siempre ha mantenido con esta localidad donde nacieron sus padres, ha intervenido en más de 350 obras de restauración , entre las que destacan la torre de don Fadrique, el casino de la Exposición, las murallas de la Macarena, el monasterio de San Jerónimo, el hospital de las Cinco Llagas, la casa de las Columnas, el palacio de San Telmo, el monasterio de Santa Inés, la Giralda y la Catedral de Sevilla, la Casa de la Moneda y la Torre de la Plata, el mercado de la calle Feria, la parroquia de la Magdalena, el pabellón de México de la Expo del 29 y el Real Alcázar, en Sevilla. Además, ha intervenido en el teatro de Itálica, la ruinas de Baelo Claudia, el castillo de Aroche, la iglesia prioral del Puerto de Santa María, el monasterio de la Rábida y la Universidad de Baeza.

En Carmona ha dirigido restauraciones en el Alcázar de la Puerta de Sevilla, la necrópolis y el anfiteatro romano, los lienzos de la muralla medieval y el monasterio de Santa Clara, entre otras.