Jacobo Cortines: «Quiero ser testigo de mi tiempo. La poesía debe tener una misión social»

Sin embargo, la sucesión de calificativos apenas puede dar cuenta de un poemario que tiene en su centro dos largos poemas autobiográficos —‘Pasos de amor’ y ‘Extraño regreso’—, que muestran no solo la maestría de Jacobo Cortines en este formato, sino que, además, forman ya parte de lo esencial en su obra; a lo que hay que sumar homenajes a amigos cercanos, su personal mirada interior al paisaje del campo andaluz y la reinterpretación de los clásicos, entre ellos, el mito de Europa , aquí transformada en víctima de la guerra de Yugoslavia , metáfora de un continente en el que la civilización ha ido muchas veces de la mano de la barbarie.

Este poema es un buen ejemplo, además, del método de trabajo de este escritor, que habitualmente realiza un lento trabajo de decantación de sus textos, aunque en esta ocasión, reconoce, la composición le ha llevado muchísimo más tiempo del habitual, ya que han pasado dos décadas entre que vio la fotografía de aquella mujer ahorcada en un bosque y logró culminar el poema.

«Surge de la fotografía que apareció en la portada de todos los periódicos. Me dije entonces que quería escribir un poema titulado ‘Europa’, porque esa era la imagen real y actual de Europa , y no la de la princesa fenicia que Júpiter rapta transformado en toro. Le puse ese título y le fui dando vueltas y comenzaron a pasar los años.Veinte años después se conmemoró la matanza de Srebrenica y me dije que de ahí no pasaba. En verano de 2015 lo terminé y acabé exhausto».

El poema no ha perdido ni un ápice de vigencia con las sucesivas crisis de refugiados. «Desgraciadamente el poema iba cobrando actualidad por los niños ahogados y el éxodo de refugiados . La poesía no sólo debe decir qué bonito es el trino de un pájaro, sino que debe tener una misión social. Quiero ser testigo de mi tiempo . El poeta tiene que dar testimonio del tiempo y las circunstancias que ha vivido».

Este poema también llevó a Jacobo Cortines a hacer un guiño con el título al famoso libro de Hesíodo y de la cita que abre el volumen, que habla también de «la conexión entre el trabajo y el fruto, de la poesía como cultivo. De alguna manera, uno está en el campo y algo de alma de agricultor se te queda».

El centro del libro lo componen dos largos poemas autobiográficos que, al igual del celebrado ‘Carta de junio’ , presentan profundas indagaciones autobiográficas. En el caso de ‘Pasos de amor’ , marcadas por la muerte y el duelo por la que fuera su esposa, Cecilia Romero de Solís ; y en el de ‘Extraño regreso’ , por la incertidumbre de los meses más duros de la pandemia y el regreso a la casa familiar, a las raíces del poeta.

«El poema largo me ha permitido toda una reflexión de años. ‘Carta de junio’ era la reconstrucción de la vida de un padre, mientras que ‘Extraño regreso’ coincide con la circunstancia de la muerte de mi mujer y la pandemia , en la que te encuentras en una especie de orfandad y buscas el refugio en la casa de tu primera infancia, junto a tu familia de sangre».

En los más de cuatrocientos versos de este poema hay referencias a las propias memorias del autor, ‘Este sol de la infancia ’, pero también a fragmentos de Tucídides sobre la peste en Atenas. «Eran los meses más tremendos de la pandemia, en los que no sabíamos si esto era una peste». Este tipo de poema es, además, absolutamente excepcional en la poesía contemporánea española. « Luis García Montero me comentó que esto no se hacía en la poesía española desde la época clásica».

Más allá de estos poemas, en el libro destaca una sección como ‘Afinidades’, en la que el poeta homenajea a Carmen Laffón y a dos músicos ya fallecidos: Manuel Castillo y Alberto Zedda. «Quería dejar testimonio de esas tres personas que han significado tanto en mi vida».

El volumen se cierra con una ‘Coda’ que remata el poema ‘Despedida’, que más que un adiós puede interpretarse como el deseo de Jacobo Cortines de abrir otro ciclo poético . De hecho, del libro se quedaron fuera cinco poemas que aparecerán próximamente en la revista ‘ Sibila’ .

«No sé cuál será mi siguiente paso, pero voy a seguir escribiendo . Hay un punto y seguido que saldrá ahora en ‘Sibila’ y tengo cosas en la cabeza para escribir. Uno se está acercando a una etapa muy trascendental, que es el final . Eso te da mucho que pensar sobre ese momento, y también te hace ver muchas cosas de tu juventud y tu infancia. Es como un círculo. Hay materia para continuar».