Gloria López de María presenta este jueves en la Fundación Madariaga su novela ‘Mujeres entre guerras’

Un viaje por el continente que recorre las grandezas y miserias de la condicion humana en lugares como Barcelona, Cefalonia, El Cairo o Estambul. Se trata, además, de una obra pródiga en personajes e historias que combina aventuras, pasiones, amores y odios . Pero tambien se alimenta del amor, la lealtad, la maldad o la falta de humanidad. En definitiva, de las pequeñas conquistas y horrores en los periodos belicos.

De todos los personajes, el hilo central lo llevan dos mujeres que son cuñadas, Amelia y Bianca, cuya inquebrantable amistad conseguira hacerlas airosas de los peligros que acechan. Comenta esta autora natural de Tarragona que «mi idea no era la de reivindicar nada, pero es cierto que las mujeres han tenido en las guerras un papel importante, desempeñando papeles que hasta entonces les estaban vedados . Cuando los hombres se iban al frente las mujeres ocupaban el lugar que hasta entonces ocupaban en las fábricas sus maridos, sus hermanos, sus padres, y por supuesto también en el ámbito sanitario».

«También ha habido mujeres que han desarrollado una importantísima labor periodística, fotógrafas, corresponsales de guerra, muy poco conocidas . Aquí por ejemplo, en España tenemos el caso de Carmen Burgos , que aparece precisamente en la novela y que ya cubrió como corresponsal de guerra para el Heraldo de Málaga la guerra de Ifni, Ha habido grandes mujeres que han hecho cosas a las que no se dio la importancia que les correspondía».

Asegura también la autora catalana que « dedico la novela a mis padres porque ellos vivieron esa época terrible de la Guerra Civil , de la postguerra. Muchas de las cosas que cuento son experiencias que me contó mi familia. A quienes vivieron la guerra nunca les gustó hablar de ello, pero a veces contaban anécdotas que forman parte de la atmósfera de la historia: sirenas que anunciaban que se acercaban a Barcelona los bombarderos, esos momentos de pánico que todo el mundo bajaba los sótanos, los antiaéreos en Montjuic, en el Turol de la Rovira. Como se encontraban después cascotes y edificios derruidos y gente lamentándose bajo los escombros. La falta de alimentos, las cartillas de racionamiento, las píldoras del Doctor Negrín , las lentejas, o cómo se las ingeniaban para hacer la tortilla de patatas sin huevo y sin patatas, el trueque... Todas estos elementos que aparecen en la novela son reales».