cultura
'Pueblo lejano' cumple setenta años
El libro de Romero Murube no se publicó hasta el levantamiento del entredicho impuesto por el cardenal Segura al Ayuntamiento de Los Palacios
Joaquín Romero Murube, arquitecto espiritual de Sevilla
Unos audios inéditos recuperan la gran oratoria de Joaquín Romero Murube

Hasta el mes de abril del año 1955 no vio la luz el libro 'Pueblo lejano' de Joaquín Romero Murube, un conjunto de bellas descripciones trazadas en breves capítulos que recrean vivencias suyas del lugar donde había nacido el mes de julio ... de 1904. Por tanto, el escritor palaciego tiene cincuenta años cuando se publica esta joya poética concebida en prosa, que está a la misma altura literaria de 'Platero y yo' de Juan Ramón, 'Ocnos' de Cernuda y 'Las cosas del campo' de Antonio Muñoz Rojas, según estiman los profesores sevillanos Jacobo Cortines y Juan Lamillar. El mismísimo Joaquín Romero explicó en Los Palacios el día que recibió el Racimo de Uvas de oro (1967), que la idea de 'Pueblo lejano' prendió en el extranjero, muy lejos de su querida «marisma boñiguera». Fue en Friburgo, Alemania, donde comenzó a trazar las primeras líneas de la obra, pese a que su esposa doña Soledad Murube testimonió después de fallecer Joaquín, que comenzó a elaborarlo en París al sentirse sobrecogido con el bullicio de unos niños que jugaban en la plaza de la Concordia de la capital francesa.
Al iniciarse la década de 1950 muere su madre doña Nieves Murube y la casona de la calle Real, donde había venido al mundo, pasa en herencia a la propiedad de sus hermanas. En aquella precisa circunstancia de pérdida familiar y sentimientos de añoranza tan profundos, el escritor se propone reencontrarse con sus raíces y apuesta por conservar la emblemática huerta familiar de la Noria, en la que Joaquín construye una hermosa casa de campo, con estanque y jardín, que ya ha terminado en 1954 (entonces llegó, incluso, a ofrecérsela como residencia al propio Juan Ramón Jiménez, antes del fallecimiento del premio Nobel en el exilio). En el primer semestre de 1954, el autor ultimaba la preparación de los textos de 'Pueblo lejano', título de clara inspiración lorquiana, posiblemente motivado por el verso «allí, en la ciudad lejana» del 'Romancero gitano'. No hacía ni un año que Romero Murube había publicado un artículo sobre una variante original, que conservaba, del célebre poemario, en la revista Ínsula (octubre de 1953), y que Lorca ya había divulgado en la revista Mediodía (número de diciembre de 1927), cuando era redactor jefe Joaquín Romero Murube.
Impresión de la obra
Finalmente, nuestro autor tiene la posibilidad de publicar 'Pueblo lejano' en la prestigiosa colección (verso y prosa) de Ínsula, una de las editoriales comerciales de ámbito nacional domiciliadas en Madrid más importantes de la posguerra civil española, constituyendo así la última incursión editorial que Murube realizó fuera de Sevilla, después de haber dejado también de publicar poesía tras su libro 'Tierra y canción' (1948).
El librito, impreso a tamaño cuartilla (14,5 x 21 cm) con ciento sesenta y tres páginas, guarda estrecha similitud con la apariencia estética de diseño y maquetación de la segunda edición de 'Las cosas del campo' de Muñoz Rojas, publicada como volumen decimotercero de esta misma colección Ínsula, tan solo un año antes, en 1953. Ambas obras están compuestas por cuarenta y siete capítulos, aunque en el caso de 'Pueblo lejano' estos quedan agrupados en tres grandes bloques: el pueblo, la gente y la vida.
En el mes de septiembre de aquel Año Santo Mariano, en el que se conmemoraba el centenario del dogma asuncionista (1854) y hasta había nevado en febrero, Joaquín Romero Murube ya tiene completamente ultimada la redacción del libro, aunque este todavía no ha comenzado ni a ser impreso. Era el sentido homenaje que el poeta quería tributar a su pueblo pecador, manchado por la condena eclesiástica que reprobaba su dudosa moralidad. Durante varios domingos continuados del mismo mes, Joaquín ofrecerá en ABC de Sevilla hasta tres capítulos inéditos: 'La escuela', 'Arcuña' y 'El campo', publicados los domingos 12, 19 y 26 de septiembre de aquel enigmático 1954.

Romero Murube escribe en diciembre al director de la revista literaria Ínsula, el catedrático y viejo conocido suyo don Enrique Canito Barrera, requiriéndole prisas para el término de la impresión. Eran días de gran euforia para el escritor de Los Palacios y todo su pueblo, después de haber conseguido el gobierno de Franco, con el que tan estrechamente colaboraba el propio Romero Murube como alto funcionario, destronar al todopoderoso cardenal Segura de la archidiócesis sevillana. Además, la alta curia romana había logrado levantar, desde el Vaticano, el entredicho con el que el prelado mantuvo condenado al alcalde y miembros de la corporación municipal de Los Palacios a cuenta de los bailes «agarraos» de la feria. Terminaban así años de alta tensión a raíz del enfrentamiento cruzado entre la Iglesia de Sevilla, y la local, con el Ayuntamiento de Los Palacios, presidido por don Juan Fernández Bustillo, esposo de una prima hermana del propio Murube.

Conservamos copia de la carta en la que el director, Canito, contesta a Joaquín Romero, el 18 de diciembre de 1954, anunciándole que los libros habían comenzado ya, por fin, a imprimirse y que estarían terminados la siguiente semana, coincidiendo con el final del año. Canito confirma a Joaquín en la misiva que el impecable trabajo de impresión se estaba realizando en el taller de artes gráficas de los hermanos Bedia de Santander, como ya sabía el propio autor, y llevaban plegadas hasta la página ochenta y tantas del libro. Termina agradeciéndole Canito a Romero Murube lo bien que lo había pasado cuando se desplazó a Los Palacios, a comer (suponemos que en la huerta de la Noria), para cerrar todos los asuntos de la edición del libro -curiosamente dedicado al recién fallecido pintor y escritor gaditano Higinio Capote-, del que se hicieron mil ejemplares y fueron vendidos a cincuenta pesetas la unidad.
Publicado en 1955
Aunque en la portada de 'Pueblo lejano' figura 1954 como fecha de aquella primera edición, el libro no llegó a publicarse hasta el mes de abril del siguiente año. Así lo revela la documentación administrativa de la censura de publicaciones que hemos tenido la oportunidad de consultar en el Archivo General de la Administración del Estado, ubicado en Alcalá de Henares.
Es iniciado el proceso para la edición de la obra el 15 de enero de aquel 1955 con la instancia cursada a la Dirección General de Propaganda de Santander por parte de los propietarios del taller gráfico, desde cuya ciudad remite el delegado provincial de información, a Madrid, dos ejemplares mecanografiados de 'Pueblo lejano' con destino a la dirección general del Ministerio de Información y Turismo (25 de enero de 1955). No olvidemos que Joaquín trabajó en Sevilla para este Ministerio y se las tuvo con Segura por ser benévolo en la censura de espectáculos públicos. El director general de Información concedió permiso el 24 de febrero para la impresión de la obra (aunque el libro estaba ya impreso), y se depositan cinco ejemplares el 4 de abril de 1955. En las páginas de ABC de Madrid, el reputado crítico literario granadino don Melchor Fernández Almagro publicó una recensión de la obra (domingo, 17 de abril), en la que la cataloga como «novela del recuerdo», crónica íntegramente reproducida en las páginas de Sevilla tres días después (miércoles, 20 de abril).
Joaquín Romero Murube controló que 'Pueblo lejano' no circulase hasta el levantamiento del entredicho y se consumara el relevo del cardenal Segura, para lo que movió cielo y tierra entre Madrid y Roma. Los primeros días de mayo de aquel 1955, el libro tuvo que llegar a Los Palacios, donde ciertos sectores afines al párroco no acogieron bien su contenido y lo repudiaron, sin llegar a entender que la verdadera intención de Romero Murube era universalizar su patria natal para la eternidad como pueblo literario. Gloria que ha conseguido.
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