María Kataeva, una 'Carmen' de Siberia en la Fábrica de Tabacos
La mezzosoprano rusa debutará en el teatro de la Maestranza interpretando el famoso personaje de la ópera de Bizet
La 'Carmen' más radical llega al Teatro de la Maestranza para cerrar su temporada lírica
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Iniciar sesiónMaría Kataeva, mezzosoprano de origen ruso, luce gafas de sol y sombrero. Pasea por Sevilla como una madre más sin quitarle el ojo a su hijo Teodor, que pasea por la ciudad montando en un patinete infantil.
El proximo viernes 13 de junio, la ... mezzosoprano será la protagonista de la ópera 'Carmen', con la que el Teatro de la Maestranza cumple el rito de festejar el 150 aniversario de la famosa ópera. Además, esta representación servirá también para la clausura de esta temporada.
La cantante habla con su pareja en italiano, con su hijo en ruso, cantará en francés y vive en Dusseldorf hace años. Una torre de Babel tan típica de los ambientes operísticos.
Es una mujer risueña, afable, que se para asombrada ante la puerta del actual rectorado de la Universidad de Sevilla, la antigua Fábrica de Tabacos. Su entrada por la puerta del Rectorado se confunde con la de los turistas que por allí deambulan. Pero la mezzosoprano mira hacia arriba y pregunta, «¿por aquí entraban las cigarreras? Siento algo especial, he visto la entrada y la máquina que conservan de esa época en el patio, y puedo imaginar cómo era Carmen, no sólo como leyenda romántica, sino como una mujer de verdad que trabajaba mucho. Era una mujer fuerte, real y libre; era un símbolo de feminismo, aunque en la cabeza de Bizet no estaba hacer una ópera feminista, porque esto es un tema moderno».
No conocía la antigua Fábrica de Tabacos, pero sí repite varias veces que 'Carmen' es uno de sus roles favoritos. «Lo he cantado muchas veces y es, junto con 'Rosina' de El Barbero de Sevilla, uno de mis papeles favoritos. Está claro que aunque soy de Siberia, tengo algo especial con esta ciudad... a pesar del calor», asegura sonriente durante su paseo por la calle San Fernando.
De su personaje le fascina el misterio, «porque cuando Carmen llega a la escena todo el mundo dice 'Carmen, Carmen'. Incluso el público la espera y ella está sin cantar nada, sin decir nada, pero todo el mundo la espera. Es un misterio lo que tiene esta mujer para crear esa sensación», señala la mezzosoprano.
Confiesa que su debut en el Teatro de la Maestranza se le quedará grabado para siempre. «Debutar con 'Carmen' en Sevilla es muy especial para mí. Será una experiencia única con la que no había soñado, y no, no tengo miedo, porque si lo tuviera no podría salir a actuar», reconoce.
María Kataeva ha podido esta vez viajar en familia, pero dice que es algo muy complicado. «Se necesita una organización, pero, no importa, tengo una vida plena. No quiero tener sólo una carrera, quiero amor, quiero familia... porque eso es lo que me da la felicidad». Sin embargo, confiesa que hay sacrificios y que «es difícil encontrar el término medio para combinar todo». Por ello, insiste en que «sí, pago un precio. Cuando mi hijo dio sus primeros pasos no lo ví porque estaba trabajando, y me mandaron un vídeo», lamenta.
A lo largo de su carrera, reconoce que ha habido ocasiones en la que ha dicho que «no». Eso sí, «depende del período, pero sí es muy importante ser capaz de decir no. Lo que ocurre es que por ejemplo, en la época de Alfredo Kraus el tiempo corría de otra forma. Había tiempo para preparar un papel nuevo, a lo mejor un año. Ahora mismo no es así. La velocidad de la vida es distinta y debutamos en algunos papeles con mucha más velocidad. Pero sí es importante decir no», advierte Kataeva.
Entre sus roles preferidos se encuentran 'Carmen' y, por otro lado, 'Rosina' de El Barbero de Sevilla, que por cierto interpretó con éxito en la ópera de Oman, precisamente con la producción del Teatro de la Maestranza y bajo la dirección escénica de José Luis Castro, que fue el primer director del coliseo del Paseo Colón tras la Exposición Universal de 1992.
Dice que en la ópera hoy día los directores de escena en ocasiones piden a los cantantes 'imposibles'. «Sí lo hacen, es muy particular, pero no comprendo porqué. Y si por conseguir un efecto especial rompen la música, no lo entiendo».
En cuanto a su repertorio, que va desde la música barroca a la contemporánea, cree que aún faltan muchos roles. «Me faltan, sí. Pero, además, soy consciente de que mi voz poco a poco cambiará en dirección al repertorio más dramático. Me gustaría por ejemplo cantar 'Ebole' de 'Don Carlo' y estoy segura que la cantaré».
Se inició en el mundo de la ópera desde pequeña, porque su madre fue su primera maestra. «Cuando mi madre estaba encinta de mí, dirigía un coro. Para mí este mundo es natural, como para mi hijo. Yo canté embarazada de mi hijo cuando aún no se notaba el embarazo. Canté 'Cenerentola', pero era un secreto, nadie se dió cuenta de mi barriguita. Luego, ya con más meses, no es posible, por la respiración, porque además el cuerpo cambia y la musculatura abdominal también sufre».
Hace repertorio lírico para mezzosoprano y «me divierto mucho con mi repertorio: bel canto y demás, pero se que va a cambiar. Ahora tengo un repertorio mixto. Por ejemplo, en septiembre cantaré 'Carmen' en Berlín y luego casi inmediatamente cantaré Mozart en Ginebra. Mi repertorio ahora es muy diverso».
Tiene compromisos profesionales hasta 2029, aunque no le da vértigo, «más bien lo contrario. Hay muchas otras cosas en este mundo que dan miedo, pero esto no. El tiempo va marcando lo que tienes que hacer, y aunque es difícil, lo llevo bastante bien, veremos qué sucede».
En los últimos dos años no ha estado mucho tiempo en su casa de Düsseldorf, y este año serán sus primeras vacaciones. «Además, cuando estoy en casa también trabajo en el teatro, porque soy cantante fija de la compañía de Ópera desde hace 14 años. Es como mi casa y ahí trabajo el repertorio nuevo y creativo. El año próximo haré, por ejemplo, un repertorio que no es de ópera clásica. Haré 'María de Buenos Aires', una ópera tango de Astor Piazzolla y esto para mí es una nueva experiencia».
De Sevilla le ha gustado la ciudad, pero el otro día quedó fascinada por el paso de las carretas del Rocío. «Es el pueblo moderno que vive las tradiciones y me pareció bellísimo, era una atmósfera muy andaluza, nuestros pueblos muestran mucho las emociones. En Rusia estamos muy cerca de la cultura española, de verdad. Cuando vivía en Rusia, siempre soñaba con cantar 'Carmen' y por fin estoy en la ciudad de la cigarrera. Maravilloso».
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