María Jiménez, una artista irrepetible con una carrera musical plagada de éxitos

En el año 1976 debutó con un disco homónimo producido por uno de los grandes productores españoles del momento, Gonzalo García-Pelayo. Este confesó a ABC que se trataba del mejor álbum que había producido. En ese elepé no faltaban ya sus primeros éxitos, como 'Me muero, me muero', 'Vámonos' o 'Con golpes de pecho'. Dos años más tarde volvería con 'Se acabó', trabajo en el que se rodeó con grandes como Miguel Ángel Varona y los guitarristas Enrique de Melchor y Paco Cepero. En los transistores de esa España que estaba viviendo la transición no dejaron de sonar por aquellos meses temas tan populares como 'Se acabó' compuesta por José Ruiz Venegas o 'Lo siento'.

María Jiménez continuaba ascendiendo en su popularidad y para 1979 publicó 'Resurrección de la alegría', con el que se volvía a asociar a Paco Cepero y Enrique de Melchor gracias a canciones que cantaban a un «amor gozoso», tal y como se indicaba en los créditos, y que incluía temas tan populares como 'Me doy entera', 'Háblame en la cama', 'Pero no sé si viviré' y 'En la oscuridad'.

Esta reina de la rumba comenzó los ochenta con otros éxitos como 'Desnúdame sobre mayo' y 'Sensación', ambos pertenecientes a su álbum 'Sensación' (1980). La sevillana aprovechó que había vendido miles de discos en los setenta para continuar abriendo brecha en la nueva década con otros hits como 'De distinto modo', 'Sólo porque te quiero', 'Como un volcán', 'No me preguntes' -compuesto por Pepe de Lucía'-, 'Se me olvidó otra vez' y 'Volver, volver', entre otros.

Si hasta entonces María Jiménez había logrado un gran éxito musical, en el en la década de los noventa su popularidad comenzó a caer de forma irremediable, pero en 2001 el vuelo de este ave fénix descarado e irreverente estaba a punto de remontar gracias a una canción que se convirtió en un gran éxito y en himno generacional. Se trataba de 'La lista de la compra', tema de Lichis de La Cabra Mecánica en el que colaboraba la cantante sevillana y que se convirtió en uno de los duetos más populares del casi naciente siglo XXI. Inolvidable los versos que decían: «Yo que soy tan guapa y tan artista / Yo que me merezco / Un príncipe, un dentista, ¡yo! / Yo me quedo aquí a tu lado / Y el mundo me parece / Más amable / Más humano / Menos raro».

Un año después, Jiménez se puso un tocado de pavo real para aparecer en una de las portadas más icónicas de su carrera. Se trataba del disco 'Donde más duele (canta por Sabina)', en el que, además de contar con la colaboración del propio Sabina ('Con dos camas vacías'), Estopa ('El diablo no habla de ti') y Lichis ('Medias negras'), volvía a contar con Gonzalo García-Pelayo en la producción y con Enrique de Melchor, además de Gerardo Núñez a las guitarras flamencas. En este disco no faltaban versiones de grandes temas sabinianos como '19 días y 500 noches'.

Tras el homenaje a José Alfredo Jiménez, el último capítulo musical que firmó María Jiménez en su enésimo regreso fue 'La vida a mi manera' (2020), en donde se asociaba a Pitingo para cantar 'Le pido al tiempo que vuelva'. Con Raimundo Amador interpretó 'Hola soledad' y 'Qué bueno'. Su último éxito fue '¡Qué felicidad la mía!', cantada con Miguel Poveda.