Los sevillanos reaccionan ante la prohibición de fumar en las terrazas: «El Estado tiene problemas mucho más graves»

Cuesta encontrar un bar en el que no hayan varias personas fumando en las mesas de las terrazas, por lo que la prohibición de este acto supone un fuerte atrevimiento por parte del Gobierno. Además, el hecho de que la medida afecte también a los vehículos profesionales, como pueden ser las furgonetas de reparto o los camiones, ha generado polémica entre los trabajadores. Este periódico ha salido a la calle para preguntar a los sevillanos qué opinan al respecto de las nuevas prohibiciones que contempla la ley del ministerio de sanidad.

Blanca, una joven adulta de 30 años, muestra comprensión por ambas partes siendo ella no fumadora: «Entiendo que la gente que fuma tenga que tener un espacio y al aire libre es lo más obvio». Sin embargo, se muestra a favor de la prohibición del tabaco en las terrazas, porque según ella «en terrazas que a lo mejor están tapadas o las mesas están muy juntas, alguien esté fumando en la mesa de detrás y por el viento o la dirección el humo me llega a mí y lo acabe respirando yo», aunque para ella el olor es lo peor: «sobre todo con tabacos muy fuertes o los vapes, que son olores muy intensos».

Por su parte, Myriam, una mujer de 58 años fumadora, se muestra rotundamente en contra: «A mí me parece fatal». Para ella, no tiene sentido la prohibición por que «se es fumador pasivo porque alguien que esté al aire libre, a tu lado en una terraza, fume, pero no pasa nada porque estemos todos respirando el dióxido de carbono o el monóxido de carbono... todo lo que sale por los tubos de escape de cada vehículo que circula por la vía pública». Para ella, este proyecto «es una tontería».

Esta ley no solo afecta a las terrazas y veladores, también pretende prohibir el tabaco en las furgonetas y camiones de reparto. Al preguntar a varios trabajadores, sus opiniones no distan mucho entre sí: «Estoy en contra de la ley, no me parece bien, la verdad». Un repartidor argumenta que «si yo voy solo en la furgoneta, ¿por qué no puedo fumar si ni estoy con niños trabajando ni estoy con nadie que no le guste el tabaco y estoy ocho horas trabajando solo?». También añade que, al ser un vehículo privado propiedad de su jefe, «es como si estuviese en una casa». Al preguntar a otro trabajador de una conocida empresas de repartos, este no fumador, manifestó su indiferencia ante la norma: «Ni me parece ni me deja de parecer».

La indiferencia es una postura recurrente, a Valme, una joven que tampoco fuma, no le importa si se materializa la ley o no: «Me molesta un poco, pero me da igual». Sin embargo, hay quien sí que tiene una marcada opinión. Manuel, de 22 años y fumador, opina que aunque en las terrazas pueda molestar «se ha arreglado siempre con educación» y en las zonas exteriores lo encuentra absurdo. Porque, «¿qué vas a poner, cuatro vigilantes para que la gente no fume?». El joven argumenta contra el proyecto de ley que «si acaso, el que te puede prohibir fumar en la furgoneta tiene que ser el jefe, que para algo es suya, no el Estado que tiene problemas mucho más graves».

Como se puede ver, existe división de opiniones entre los sevillanos, aunque la que más repite es la postura en contra ante la nueva ley que pretende sacar adelante la ministra Oltra.