El cambio del alumbrado ahorra casi un 70% de la factura de la luz en Sevilla

Un cambio que a priori puede parece sólo una cuestión estética pero que en el fondo encierra una serie de ventajas energéticas, económicas y hasta en materia de seguridad para la ciudad. Estas nuevas lámparas, que entre sus características tienen el ser de alta eficiencia energética y bajo consumo, han conseguido que el Ayuntamiento de Sevilla se ahorre casi el 70 por ciento del coste total de la factura de la luz que abonaba hasta ahora. Una evidente mejora para las arcas municipales que se ha conseguido con la decisión de utilizar estas nuevas luminarias en sustitución de las anteriores, que eran de descargas de baja eficiencia energética y tenían un altísimo consumo. Para ello ha sido clave también la instalación de más de 40.000 metros de red subterránea equipotencial de tierra en las redes de alumbrado público, incrementando así su seguridad eléctrica y haciendo que se adapten a la nueva reglamentación electrotécnica.

Técnicamente, la operación que ha llevado a cabo la Gerencia de Urbanismo se basa tanto en las prescripciones del Reglamento de Eficiencia Energética en Instalaciones de Alumbrado Exterior como en las del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). A partir de esas normativas, el tipo de LED por el que se ha optado para las nuevas luminarias tiene una temperatura de color cálida de 3.000 grados Kelvin (K), que nada tiene que ver con aquella de más de 4.000 K que sí ofrece una visión fría del entorno en el que se ubica. Esto en la práctica representa, según los estudios, una mejora en aspectos como la reproducción correcta del color de los objetos situados en espacios públicos o la mejora de la visibilidad para conductores y peatones, reduciendo el riesgo e incrementando la seguridad vial.

Pero más allá de estas ventajas, la nueva temperatura de color en las calles consigue que se alcance una relación de eficiencia energética óptima. Es decir, se consume menos y, por tanto, se ahorra mucho más, tanto en lo económico como en lo eléctrico. Sin embargo, las anteriores luminarias más clásicas, compuestas por lámparas de vapor de sodio que ofrecían una estampa de luz algo más amarillenta, no tenían capacidad para la correcta reproducción de la gama de colores, algo que era evidente, por ejemplo, en el caso de las fotografías que se tomaban en horario nocturno. Además, suponían una debilidad respecto a la seguridad vial, que se sumaba a la menor eficiencia y a un rendimiento energético poco óptimo.

Junto a este proceso de modificación de la más de 18.500 luminarias sobre las que ha actuado el Ayuntamiento de Sevilla, el gobierno de José Luis Sanz ha concluido el plan de renovación de las luces en el Casco Antiguo. Desde enero de 2024, la Gerencia de Urbanismo ha trabajado en la sustitución de todas las farolas de carretera con sus brazos murales de chapa por otras de tipo fernandino y Santa Cruz. En total, se ha procedido a la colocación de 804 de estos elementos en 68 calles del Centro. Un proceso que se enmarca en la aplicación del libro de estilo sobre el paisaje urbano que ha elaborado el ejecutivo municipal en este mandato.

En concreto, vías de gran afluencia comercial y turística como Sierpes, Sagasta, Cerrajería, Entrecárceles, Francisco Bruna, Pedro Caravaca, Méndez Núñez, O'Donell, Alfonso XII, Cuna, Hernando Colón, García de Vinuesa, Javier Lasso de la Vega, Orfila, Tarifa, Santa María de Gracia, San Miguel, Aponte, Amor de Dios, Delgado, Correduría, Trajano, Jaén, Madrid, General Polavieja, Almirante Bonifaz, Feria o Rioja, cuentan ya con estas nuevas luminarias fernandinas. En el resto, hasta alcanzar la cifra de 68, se ha optado por el denominado modelo Santa Cruz. En este conjunto de actuaciones, el Ayuntamiento de Sevilla ha invertido unos 500.000 euros.