La muralla de la Macarena se restaurará en 2020 y acogerá un centro de interpretación

De esta forma, el Consistorio garantiza el otro 50% de aportación municipal y que, una vez obtenidos los fondos, se podrá licitar la obra, que tiene un presupuesto de 920.000 euros y un año de plazo de ejecución. Así, Muñoz estima que Fomento aprobará definitivamente la partida de 414.000 euros que le corresponde en el último trimestre de este año que, seguidamente, se pueda licitar y ejecutar la obra en 2020.

Se trata de la rehabilitación más importante que se ha llevado a cabo en las defensas históricas de la ciudad desde 1985, y que se llevará a cabo desde el arco de la Macarena a la puerta de Córdoba, la mayor parte de la muralla existente, junto con el Alcázar, ya que la mayoría desapareció en 1868 y, otra parte, permanece oculta entre los edificios del casco histórico.

Por otro lado, la rehabilitación de la muralla conllevará la adaptación de la Torre Blanca como centro de interpretación histórico de su trazado y de sus distintas etapas, desde la romana a la cristiana, pasando por la visigoda y musulmana. No obstante, el lienzo no podrá visitarse por parte del público general, ya que apenas tiene dos metros de anchura (1,3 útiles). Pese a ello, el delegado ha asegurado que en distintas épocas del año se podrán abrir «ventanas» para visitarla en grupo y con guías.

Este centro de interpretación histórico de la muralla y la puesta en valor de la misma forma parte del proyecto de impulso turístico de la zona norte del casco histórico de la ciudad, en el que está trabajando el distrito y que contará con financiación autonómica.

En la presentación del proyecto básico de restauración han intervenido el arquitecto Fernando Sánchez Navarrete y el arqueológo Francisco Óscar Ramírez Reina que, junto con el arquitecto técnico Gonzalo Sánchez Caballos, han redactado el documento.

El arquitecto ha señalado que la idea fundamental es «conservar el aspecto original de la muralla en su tramo intramuros, restaurándola y mitigando la degradación, pero conservando su pátina y el potencial narrativo de las trazas impresas sobre la misma». El proyecto contiene una exhaustiva documentación sobre la historiografía de las murallas de Sevilla, sobre arquitectura defensiva y técnica constructiva andalusí, así como un importante archivo gráfico con planimetrías y fotografías históricas.

Fernando Sánchez ha señalado que el proyecto ha seguido los protocolos de intervención recomendados por la Unesco, el Iccrom y el Proyecto Coremans, como son la «autenticidad, distinguibilidad, reversibilidad, mínima intervención, compatibilidad, legibilidad, neutralidad y durabilidad». Y, por ello, se conservarán los restos de la superficie antigua bien conservada, se reintegrarán las partes erosionadas con un nuevo estrato de acabado, se realizarán actuaciones de conservación y protección de las fábricas manteniendo los materiales originales y se conservará también la estratificación de los distintos acontecimientos constructivos.

Así, «se descarta» la sustitución o recubrimiento total de la superficie, que conllevaría un cambio de imagen y que podría originar una pérdida de información constructiva. Igualmente, no se recuperarán tampoco los volúmenes desaparecidos (las trazas, almenas y perfiles).

La muralla de la Macarena, según el informe, no tiene problemas estructurales importantes pero sí tiene patologías «poco destructivas y habituales debido a la dejadez y a la falta de previsión conservadora». Por ello, en enero se adjudicó a la empresa Labrum SL, en colaboración con la Universidad de Sevilla, un estudio para analizar la situación de los materiales con distintas pruebas termográficas, físicas y químicas, lecturas con georradar e incluso con acelerómetros para comprobar las vibraciones.

Y, de esta forma, se propone aplicar un tratamiento contra los hongos, líquines y vegetación parasitaria que presenta la muralla. Se limpiará también la vegetación en la parte extramuros. Respecto de la intervención material, se solucionarán las fisuras, grietas y lesiones y se reintegrarán los materiales exteriores. Por otro lado, se consolidarán los revestimientos y la fábrica y se limpiará el sistema de evacuación de aguas .

Según ha expuesto el arqueólogo, Urbanismo también ha realizado planimetrías completas de todo el recinto que va, tanto intramuros como extramuros, desde la puerta de la Macarena a la de Córdoba. Se ha distinguido lo que son elementos originales y lo que son añadidos en posteriores restauraciones y -lo más curioso-, a través de la documentación estudiada se ha creado una infografía sobre cómo era la muralla en el siglo XIII y cómo era la ya desaparecida barbacana de la puerta de Córdoba .