La independiente mirada periodística de una dinastía de fotógrafos: los Serrano

«Es una foto icono a la altura del miliciano de Robert Capa », afirma sin dudarlo Elena Hormigo , técnica en documentación fotográfica de la Fototeca Municipal del Servicio de Archivo, Hemeroteca y Publicaciones del Ayuntamiento de Sevilla . Esta institución municipal custodia, conserva y digitaliza el fondo Serrano, compuesto por 160.000 negativos , de los cuales hay 22.000 registros informatizados, en formatos y soportes que van desde el vidrio de principios del siglo XX al 35 milímetros que usaban hasta la llegada de la imagen digital los fotógrafos profesionales.

Buena parte de la historia de Sevilla puede documentarse gráficamente a través de las imágenes de estas tres generaciones de fotógrafos, como la inauguración de la Exposición de 1929 por Alfonso XIII , las arengas de Queipo de Llano ante los micrófonos Unión Radio en la Guerra Civil, la visita de Eva Perón a la ciudad en 1947, la nevada que blanqueó sevilla en 1954, la trágica riada del Tamarguillo de 1961, la primera estancia de los Reyes en el Real Alcázar tras la muerte de Franco y unos años más tarde inaugurando la Expo92 , el saludo desde la Giralda de Juan Pablo II un año después...

«Serrano es una saga importantísima de fotógrafos de la edad dorada de la fotografía periodística», explica el director del Servicio de Archivo, Hemeroteca y Publicaciones del Ayuntamiento de Sevilla, Marcos Fernández , para referirse a una dinastía de fotógrafos que tiene su primer representante al mencionado Juan José Serrano Gómez, hermanastro del también reconocido fotógrafo Ángel Gómez Beades ‘Gelán’ .

Le siguen sus hijos Juan José Serrano Díaz , al que llamaban el ‘Nene’ y que se implicó más en al fotografía de prensa y que trabajó junto a su padre codo con codo, según señala Hormigo, y Francisco y Manuel Serrano Díaz , que se dedicaron más al estudio que tenían en la Avenida de la Constitución. El hijo del primero de ellos, Juan Manuel Serrano Becerra sigue en activo en ABC de Sevilla , donde trabaja desde 1981 y que ha recibido premios tan prestigiosos como el ‘Mingote’ en 2016 por la instantánea que le hizo a Felipe VI saludando a un nazareno en una clara evocación de la que realizó su abuelo casi un siglo antes a Alfonso XIII en la Semana Santa de 1929.

El fondo que conserva la Fototeca Municipal de Sevilla abarca el legado de las dos primeras generaciones , esto es, imágenes localizadas entre 1910 y 1980, firmadas sencillamente como Serrano y cuya autoría comparten Juan José Serrano Gómez y Juan José Serrano Díaz, aunque este último firma todas las registradas a partir de 1969, fecha de la muerte de su padre.

La necrológica que publicó el 18 de septiembre ABC de Sevilla ofrece algunos detalles sobre la biografía y la personalidad del fotógrafo que inició la saga. Nacido en 1888 en la provincia de Ávila, Juan José Serrano Gómez se marchó a buscarse la vida a Madrid y trabajando de pastelero descubrió la fotografía gracias al dueño de la pastelería, que era aficionado a la fotografía, explica esta técnica en documentación. «Le entró el gusanillo y comenzó a trabajar en el estudio de Alfonso , que entonces era como una agencia, con fotógrafos contratados en toda España».

Trabajando para Alfonso, Serrano Gómez, afirma la necrológica de ABC, «obtuvo la última fotografía de Benito Pérez Galdós », «las postreras» de Eugenia de Montijo en el Real Alcázar o un suceso que conmocionó a España: el crimen del capitán Sánchez . A Sevilla llega por primera vez para la alternativa de Joselito en 1912. Cuatro años después se instaló en la capital andaluza tras aceptar la oferta del torero para convertirse en su fotógrafo.

En Sevilla comenzará a trabajar en una revista denominada ‘La Exposición’, ‘La Unión’ y, más tarde, en ‘El Noticiero Sevillano’ . Cuando se fundó ABC de Sevilla en 1929 ingresó en su redacción. Su hijo Juan José Serrano Díaz lo acompañó en este periplo.

Serrano fue testigo de uno de los episodios más negros de la II República: los sucesos de Casas Viejas , que precipitarían unos meses después la caída del primer gobierno que presidió Manuel Azaña . Hasta allí acudió un 12 de enero de 1933 junto a Gelán y el periodista de ABC Gil Gómez Bajuelo . «Serrano dijo que fue uno de los días que peor lo pasó en su vida. Lo pasó muy mal con lo que encontraron allí y fue testigo de todos los cadáveres que había allí. Ni en la Guerra Civil lo pasó tan mal », señala Hormigo.

El legado de ambos fotógrafos que se extiende hasta los años 80, por tanto, cubre prácticamente el siglo XX sevillano y, precisamente, por el valor documental, histórico y artístico de su producción de unas imágenes que se publicaron no solo en ABC y Blanco y Negro, sino también en revistas como ‘La Esfera’, ‘Nuevo Mundo’, ‘Mundo Gráfico’ y ‘Cosmópolis’. El legado incluía los reportajes completos , con fotos descartadas o que se censuraron para su publicación.

De su importancia habla, además, el hecho que fuera el primero que adquirió el Ayuntamiento de Sevilla en 1985 para la Hemeroteca , punto de partida de una colección que se iría enriqueciendo con los archivos de fotógrafos profesionales, como Gelán, Sánchez del Pando, Fernando Carmona, Serafín, Cubiles, Vilches, Arjona y Basabe ; así como aficionados, como Manuel de Arcos y Vázquez Parrilla .

El archivo de Serrano y los que vinieron detrás, señala Marcos Fernández, fue posible gracias «a un programa de adquisiciones excepcional, que hacen que ninguna ciudad en España, salvo quizás Madrid, tenga un archivo fotográfico como el de Sevilla».

El responsable de impulsar ese programa no fue otro, añade el director de esta institución municipal, que el entonces alcalde de la ciudad, Manuel del Valle , quien, incluso tras dejar el cargo, «me preguntaba por la Fototeca cuando nos encontrábamos. Del Valle tenía una visión clara y sabía que si no se metía en el tema no se libraban los fondos para adquirir estos archivos, que costaban lo suyo».

El segundo pilar de este edificio sería el entonces director de la Hemeroteca, Alfonso Braojos , «quien fue redondeando las colecciones con las adquisiciones de fondos como los de Sánchez del Pando o Gelán. Una política para la Fototeca que hemos seguido completando», explica.

Desde 2000, este servicio se constituye como unidad independiente y pasa a denominarse Fototeca Municipal y tiene personal asignado para la catalogación y digitalización de los negativos. Actualmente, atesora un millón de documentos.