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Crónica de la salida extraordinaria

Los azules de la Candelaria

Sevilla volvió a ver dos años después un paso de palio en sus calles en una procesión de adviento con aires de primavera

El palio de la Candelaria, que no es azul ni verde, llegando a los Jardines de Murillo Raúl Doblado
Javier Macías

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¿De qué color es el palio de la Candelaria? Unos lo ven verde y otros azul. En San Nicolás llevan cien años discutiendo y nadie se pone de acuerdo. El turquesa es un verde azulado que no es ni una cosa ni la ... otra, sino todo lo contrario. Un trampantojo a la luz . Desde San José hasta San Fernando hay una gama de colores infinita conforme va cayendo el sol del adviento. Ayer el cielo estuvo blanco purísima al salir, celeste inmaculado cuando alcanzó Santa María la Blanca y, en los Jardines, con un haz colándose entre los naranjos y la malla de las bambalinas, se pasó del cian al cobalto cuando llegó el ocaso y hasta la plata parecía dorada. La Candelaria devolvió a Sevilla la luz perdida. Dos años después, la ciudad vio un palio en las calles. En medio, un apagón, la oscuridad provocada por una pandemia que no termina de irse y que asestó un tremendo golpe al capataz , José Miguel Gallardo , que dio positivo antes de la salida y se fue a casa por el camino más corto. A ese hombre de voz aflamencada que le ha regalado el mejor compás a la Virgen, que le ha diseñado el logo del centenario y que ha promovido el regalo de los dos llamadores con el León de Judá para el Señor y la Virgen, la historia le debe una.

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