Calidad y calidez, las señas de identidad del nuevo «hospital inteligente» de San Juan de Dios en Sevilla

En esta espectacular ampliación, que triplica la capacidad asistencial del antiguo hospital, se han invertido en total unos 50 millones de euros (sólo los aparatos de la zona de diagnóstico por imagen han costado unos 3 millones) y unos siete años de trabajos, interrumpidos por el Covid. La idea, no obstante, de ampliar el chalé de Nervión sobre el que se levantó hace casi ocho décadas el centro sanitario es mucho más antigua, de hace veinte años. «Pensamos en ello el año 2000, antes que en hacer el nuevo hospital de la Orden de San Juan de Dios en Bormujos para atender a la población del Aljarafe», reconoce Miguel Sánchez-Dalp , director médico.

La apertura del nuevo hospital se se realizará de forma gradual e incluirá asistencia en Medicina General, Alergología, Análisis Clínicos, Anatomía Patológica, Anestesiología y Reanimación, Angiología y Cirugía Vascular, Aparato Digestivo, Bioquímica Clínica, Cardiología, Cirugía General y del Aparato Digestivo, Cirugía Maxilofacial, Cirugía torácica, Dermatología, Endocrinología, Medicina Intensiva, Hematología, Medicina Interna, Microbiología, Neumología, Neurocirugía, Neurofisiología, Obstetricia y Ginecología, Oftalmología, Otorrinolaringología, Pediatría, Psiquiatría, Traumatología y Cirugía Ortopédica, Rehabilitación y Urología.

El nuevo edificio construido a las espaldas del antiguo chalé dispone de 96 habitaciones de hospitalización, 324 camas, 25 consultas externas, nueve quirófanos , UCI, sala de curas, sala de extracciones, 245 plazas de aparcamientos para coches y 47 para motocicletas.

El lema de las instituciones de San Juan de Dios (calidad y calidez) se mantiene en este hospital «inteligente», en palabras de Manuel González, director gerente del centro. Los quirófanos son muy amplios, igual que las habitaciones, todas con terraza recordando la disposición del antiguo edificio con los enfermos de poliomelitis que inauguraron el centro tras la Guerra Civil y a los que se les daban curas de sol para mejorar sus dolencias. La luz natural y la amplitud de todas las estancias muestran el gusto por los detalles de los diseñadores del edificio.

Los nuevos servicios hospitalarios son de carácter privado (conciertos con distintas compañías) y se añaden a la asistencia concertada con el Servicio Andaluz de Salud que viene prestando el Hospital de San Juan de Dios desde 1989.

«La Orden tiene desde siempre vocación hospitalaria y de asistencia social, sin ánimo de lucro», cuenta Miguel Valdés Grande, hermano superior en la orden hospitalaria. El nuevo hospital ha incorporado a medio centenar de profesionales en los que se ha valorado mucho la experiencia. «Si tienen más de 50 años es un plus para nosotros, igual que si tienen vocación de servicio público», incide el doctor Manuel González , director gerente. Ni él ni ninguno de los responsables del centro y de la Orden de San Juan de Dios en Sevilla oculta que el nuevo centro se podría convertir en un futuro no muy lejano en un hospital universitario, e incluso acoger a residentes en su fase de formación. «Todo se hará paso a paso pero hacen falta profesionales en nuestra sanidad y queremos colaborar en lo que podamos», dicen González y Sánchez Dalp. Valdés Grande asegura que «e l hospital responde a una filosofía de asistencia integral para toda la familia, incluyendo pediatría y especialidades«.

El área de Radiodiagnóstico es atendida por HT Médica, grupo especializado en diagnóstico por imagen desde hace más de 45 años y dispone, entre otros equipos, de TAC, ecógrafos, mamógrafo y sala de RX. Los aparatos, de última generación, tienen un coste cercano a los 3 millones de euros. Los donantes privados del centro han contribuido a sufragarlos.

El nuevo centro reduce al máximo el impacto medioambiental gracias a sistemas de energías renovables, como la geotermia y la energia solar. Desde una sala de control, la joven ingeniera Ángeles Rodríguez supervisa el consumo energético y los distintos sistemas operativos en el edificio y explica la geotermia y los circuitos de consumo de agua, altamente tecnificados, que reponen a la red lo consumido.

El sistema de producción de frío y calor del hospital se basa en un sistema de geotermia que emplea el agua subterránea de la parcela . El agua extraída, después de circular por una red de tuberías hasta los intercambiadores de placas que intercambian energía con las máquinas frigoríficas, es devuelta al acuífero. «El consumo de agua, pues, es nulo», asegura Rodríguez.

El denominado «sistema de gestión centralizado» (BMS) convierte al edificio en un hospital inteligente. A través de 18.000 señales de control pilota programas de eficiencia energética de las instalaciones mediante analítica, puntos de medida y control.

Los paneles solares dispuestos en la cubierta del edificio permiten la producción de energía eléctrica fotovoltaica para autoconsumo mediante la inyección directa a la red eléctrica del hospital, y el precalentamiento del agua caliente sanitaria.

También reducen el consumo energético los numerosos materiales de aislamiento empleados para lograr temperaturas estables . Los ascensores están dotados de un sistema de recuperación de la energía que inyecta a a la red eléctrica del hospital la que van generando en los estados favorables de carga; la tecnología LED implantada en todos los sistemas de iluminación del edificio junto con el alto nivel sensórico, también reducen el consumo energético y mejoran la experiencia del paciente, familiares y trabajadores. Además, dispone de aparcamiento destinado a vehículos eléctricos, bicicletas y parking con un punto de carga de vehículos eléctricos.