entrevista
Saiz Meneses: «Mi relación con las hermandades de Sevilla es muy natural y directa y que conste que de joven jamás asistí a una procesión»
El arzobispo de Sevilla afronta su cuarta Semana Santa al frente de la Diócesis y habla de cómo ha ido conociendo ese mundo de la que denomina «capital mundial de las hermandades»
«Una procesión de Semana Santa no se puede convertir en un desfile»
«A veces se llama salida extraordinaria a cualquier cosa»
Sobre los Panaderos: «Todos los cargos, desde el Papa al monaguillo, deben ejercerse con actitud de servicio, no de dominio»

La de este año será la cuarta Semana Santa de José Ángel Saiz Meneses al frente de la Diócesis de Sevilla. Si el tiempo lo permite, será la más multitudinaria, la de más hermandades (71 con la del Polígono Sur) y la que pondrá en ... la calle el mayor número de nazarenos de la historia. El arzobispo de Sevilla recuerda su carrera eclesiástica antes de ser nombrado arzobispo de Sevilla por el Papa Francisco e insiste en el sentido religioso de la Semana Santa.«La Semana Santa de Sevilla está rodeada de muchos elementos, pero no todos tienen la misma importancia. De nosotros depende el saber priorizar», dice.
-Cada año se suman nuevos hermanos a las hermandades de la Semana Santa. ¿La eclesialidad es la asignatura pendiente de estos nuevos cofrades?
Eso es una asignatura pendiente en todos los ámbitos de la Iglesia. Pero yo aquí en Sevilla no me puedo quejar. La relación mía con con las hermandades y cofradías es muy fluida y muy directa, natural y positiva. Y conste que yo en Barcelona, donde me crié de niño y de joven, jamás asistí a una procesión porque allí no había procesiones. No era un mundo que conociera. Luego, cuando fui a Tarrasa como primer obispo, recuperé la procesión del Corpus y el viacrucis de Semana Santa de seminaristas; y en Toledo, en los estudios de formación en Teología, sí que participé en la procesión de Corpus, el famoso Corpus de Toledo. En Tarrasa yo acompañaba a 24 hermandades rocieras que no pueden venir al Rocío, Aquello era como una plantita comparada con lo de Sevilla que es un árbol frondoso o un bosque entero.
-¿Fue, pues, una novedad?
-Para mí fue una gran novedad y un descubrir y entrar a fondo en un ámbito que era nuevo. Pero gracias a Dios -y gracias también a a a todo este mundo de hermandades y de piedad popular, el entendimiento es grande. No veo que haya problemas de eclesialidad, que falte sentido eclesial o que el obispo les diga una cosa y ellos no hagan caso. Al contrario, hay muy buena relación y muy buena sintonía. Siempre podemos mejorar, claro, éste es un aspecto en el que también la condición humana nos lleva a veces a querer ir por libre y a querer hacer cada uno lo que le place y tal. Y hemos de tener un poquito de obediencia y de disciplina y de sentido común. Pero yo no me quejo, desde luego, en Sevilla, aunque siempre necesitaremos mejorar, porque siempre podemos mejorar y debemos mejorar.
-¿Cómo andamos de caridad en Sevilla?
-Yo creo que siempre hemos de mejorar. En la Iglesia participamos del triple ministerio de Jesús: Jesús es sacerdote, profeta y rey. Y la Iglesia participa de esa triple función y la realiza el sacerdocio a través de los sacramentos, de la oración, del culto, el sacerdocio; el profetismo, que es la palabra a través del primer anuncio, la evangelización, la catequesis, la formación; y la realeza, a través de la caridad. Jesús reina dando la vida en la cruz por la salvación de todos. Pues así es como nosotros hemos de vivir también nuestra realeza desde el bautismo. Reinar es servir a los demás. Yo creo que esa acción caritativa y social que es tan esencial a la vida de la Iglesia como la misa y la confesión o la catequesis. Me parece que hay un trabajo caritativo y social importante en las parroquias, en los arciprestazgos, en la Cáritas diocesana. Hay que decir que la obra caritativa y social de las hermandades es impresionante y lo digo con conocimiento porque yo he visitado muchas de estas obras y me las explican. Y cuando hay una coronación canónica o cualquier misión, hay una obra caritativa y social también. Lo que pasa es que no se conoce. Como la de Cáritas. ¿De las hermandades que se conoce? Las procesiones en Semana Santa, los nazarenos. Y no. Es todo el año. Lo que pasa es que es desconocido. Y por eso hicimos el Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular. Jesús en el Evangelio nos dice que lo que haga la mano derecha, que no lo sepa la mano izquierda. No se enciende una vela para ponerla debajo del celemín, sino para que alumbre a todos los de casa. Es decir, que hay que hacer obras de caridad sin presumir, sin sentirse mejor que nadie, pero sí que hay que explicarlas, aunque sea con humildad. Para que cunda el ejemplo y para que la gente nos ayude a ayudar.
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