Los regalos de Fitonovo en el Ayuntamiento de Sevilla que llamaron la atención de la juez Alaya

Esta semana la Audiencia Nacional ha acogido las primeras sesiones del juicio por las mordidas de Fitonovo en el Ayuntamiento de Sevilla, marcado por el acuerdo alcanzado por diez de los acusados con la Fiscalía. La Abogacía del Estado retiró a su última hora su acusación. Dicho acuerdo ha permitido a este grupo de investigados rebajas importantes en las penas, que no ascenderán de los nueve meses de cárcel.

Además, el Ministerio Público solicitó, para cuando el tribunal dicte sentencia, que se suspendan las penas privativas de libertad. Sólo tres no firmaron el acuerdo: el ex teniente de alcalde y exlíder local de IU Antonio Rodrigo Torrijos, el que fuera concejal de Juventud y Deportes y ex coordinador local de IU José Manuel García, y Joaquín Peña, exconcejal del PP y exdirector de Medio Ambiente en el gobierno de Juan Ignacio Zoido. Se enfrentan a cuatro años de cárcel por cohecho.

Pero lo más trascedente de dicho acuerdo es el reconocimiento de los hechos por estos acusados, lo que supone admitir haber recibido dinero en efectivo o regalos. Domingo Enrique Castaño, asesor del alcalde socialista Sánchez Monteseirín y director de Vía Pública, era conocido en el seno de Fitonovo como 'Quique' o 'Don Enrique Ayuntamiento de Sevilla'. Así venía en las anotaciones que tenía recogida la empresa.

El patrimonio de 'Quique', durante el periodo investigado, aumentó más de 300.000 euros, con dinero cuyo origen era desconocido. Esto fue lo que llamó la atención de Alaya. Luego se supo que era por regalos y cobros de comisiones por favorecer las adjudicaciones a Fitonovo.

Recibió siete móviles por valor 2.800 euros. Le pidió a Fitonovo si podía comprarle un coche. El vehículo fue un Honda CRV para la mujer de Castaño, aunque él quería un Audi. Un año más tarde, terminó consiguiéndolo, abonándolo la empresa.

Otro de los regalos de la 'cúpula' de Fitonovo a Castaño fue asumir las obras del chalé del asesor socialista en una conocida urbanización de Las Pajanosas, en Guillena. La factura ascendía a unos 15.000 euros. Así, incluso, lo reconocieron Rafael González Palomo, dueño de Fitonovo, y Ángel Manuel Macedo Gajete, uno de los hombres fuertes de la compañía.

Pero los regalos no sólo fueron para Castaño, sino para el partido en el que militaba, el PSOE, lo que venía a demostrar los nexos existentes entre Ayuntamiento, partido y empresa. Así Fitonovo entregó, entre 2006 y 2009, en varias ocasiones, diferentes cantidades que oscilaban entre 30.000 euros y 60.000 euros, para financiar al partido. Así viene recogido en el acuerdo del fiscal y las defensas y así lo admitió también el acusado Manuel Gómez Lobo, quien fuera concejal de Vía Pública (jefe superior de Castaño) y dirigente de la Agrupación Socialista Macarena aquellos años.

Gómez Lobo solía quedar con González Palomo en 'Langostinos Maera', establecimiento que le da nombre, en la contabilidad B de Fitonovo, a las aportaciones económicas de la empresa al PSOE.

Precisamente, la mano de Gómez Lobo y Castaño, ambos militantes de la Agrupación Socialista Macarena, junto al director de Mercasevilla Fernando Mellet (con varias condenas a su espalda por su gestión al frente de la lonja), es determinante para que Fitonovo asuma las obras de reforma de la sede de dicha formación en la calle Monederos, en la Macarena.

Los regalos no sólo fueron a parar a dirigentes vinculados al PSOE. El otro partido del gobierno local entre 2007 y 2011, Izquierda Unida, también fue beneficiado económicamente por los fondos de la red de sobornos de Fitonovo. Así lo recoge la Fiscalía en el acuerdo que firmó inicialmente con un grupo de acusados y al que finalmente se adhirió Antonio Miguel Ruiz Carmona, militante de Izquierda Unida contratado por el Ayuntamiento como asesor en el Distrito Sur, una de las delegaciones del entonces teniente de alcalde Antonio Rodrigo Torrijos, junto a Infraestructuras para la Sostenibilidad y Relaciones Institucionales.

Carmona recibió 70.000 euros en metálico en una caja de zapatos. Eso fue el 30 de marzo de 2010. Once meses después, a semanas de las elecciones municipales de 2011, Fitonovo hizo una segunda entrega para financiar la campaña electoral, esta vez la cantidad ascendía a 85.000 euros. Y lo hizo a este asesor de la formación comunista, contratado para vigilar las obras del Polígono Sur.

Los hechos admitidos están ahí, aunque los políticos, en este caso José Manuel García y Antonio Rodrigo Torrijos, en su defensa, hayan negado que estuvieran al tanto de la financiación irregular de su partido. También, el exconcejal del PP Joaquín Peña ha rechazado que Fitonovo le comprara un coche. Al respecto de todo esto se tendrá que pronunciar el tribunal de la Audiencia Nacional, que también tendrá que decidir si PSOE e IU participaron de los hechos a título lucrativo.