El Real Alcázar de Sevilla, un palacio de plató
El Palacio Real en uso más antiguo de Europa ha acogido en los últimos cinco años más de 150 rodajes y filmaciones. Desde Mario Camus a Ridley Scott, desde HBO a Netflix, las paredes de este monumento Patrimonio de la Humanidad se han convertido en testigos de los secretos del séptimo arte
El estrés del Alcázar de Sevilla: cuatro eventos y 5.300 turistas cada día
Sevilla
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Iniciar sesiónEl director francés Luis Feuillade rodó hace más de un siglo 'Les fiancés de Séville' en el Real Alcázar de Sevilla. Desde entonces una veintena de películas y otras tantas series han tenido este monumento Patrimonio de la Humanidad como escenario. Y ... actualmente las dependencias del Palacio Real en uso más antiguo de Europa sigue acogiendo proyectos audiovisuales, desde largometrajes, trabajos televisivos o documentales. En el último lustro se han registrado hasta 150 grabaciones. Hasta el mes julio de este año 2023 han sido treinta las filmaciones que se han llevado a cabo.
En concreto, estos primeros siete meses han grabado once documentales sobre viajes o historia para cadenas como la BBC, France 5 o Arte TV. El año pasado, fueron 34 las filmaciones, como reflejan los datos facilitados por el Ayuntamiento. en 2021, en plena pandemia, esta cifra ascendió a 68 y en 2020 se registraron 34. El Alcázar también es atractivo para las televisiones nacionales y regionales, que solicitan sus dependencias para grabar reportajes sobre cultura, historia o salud.
El espacio más utilizado de este Bien de Interés Cultural es el Palacio Mudéjar de Pedro I, sobre todo el Salón de Embajadores y el Patio de las Doncellas, cuya restauración fue objeto de discusión con el cineasta Ridley Scott, quien ha rodado en el Alcázar dos películas, '1492: la conquista del paraíso', en 1992, y 'El Reino de los cielos', en 2005.
Este segundo trabajo cinematográfico dejó una de las anécdotas más recordadas entre los profesionales del Alcázar. Fue un rodaje muy complicado. El director británico, tras visitar el monumento buscando localizaciones, no confirmó si finalmente solicitaría rodar o no. Al año siguiente, el Patronato seguía con su labor diaria y comenzó los trabajos de restauración y recuperación del Patio de las Doncellas, volviendo al patio mudéjar original del siglo XIV, sin la solería de mármol del XVI que ocultaba su estanque central y los jardines laterales rehundidos.
Entonces, a Ridley Scott se le ocurrió volver decidido a rodar. Pero se llevó una sorpresa al ver el Patio de las Doncellas a medio excavar. Allí era imposible rodar. Solicitó permiso y se paró la restauración temporalmente. Pero el equipo artístico de Hollywood tenía que buscar una solución para el suelo. Creó una cubierta de madera que imitaba las losas de mármol allí donde ya se habían eliminado. Aunque es difícil percibir la diferencia en la gran pantalla, sabiendo la realidad y mirando con atención, se nota la parte de mármol original y la parte de imitación hecha en madera.
Peligro de incendio
El equipo de Ridley Scott conocía la prohibición de usar antorchas con fuego. Pero a pesar de esta comunicación expresa, hubo situaciones complicadas por este asunto. Cada vez que los trabajadores del Alcázar «se daban la vuelta», encendían una antorcha. El Patronato terminó por colocar a su personal con extintores por todo el monumento, con la orden de interrumpir los rodajes si era necesario para apagar aparatosamente cualquier antorcha en caso de incumplimiento de la normativa de seguridad y conservación. Y como era de prever, hubo que usar los extintores en más de una ocasión.
Un contrato millonario en riesgo
Durante el rodaje de la película de Scott el Gobierno español había fijado la negociación de un importante contrato petrolífero con el ministro de Infraestructuras de Nigeria en una visita oficial al Alcázar. Y a punto estuvo de salir mal. Muchos sevillanos trabajaron de extras. Contaban con un acceso específico y servicio de catering en el interior, pero eran continuas sus salidas al exterior y posterior intento de entrada por cualquier puerta, por el León, por Patio de Banderas… Iban vestidos de templarios, de guerreros islámicos, chilabas, túnicas… Y en este contexto, el personal de control de accesos le negó la entrada al ministro nigeriano y su equipo pensando que eran extras de la película. La rápida intervención de la dirección y la Unidad de Actividades del Patronato salvó, in extremis, la situación.
Desde el ya citado Louis Feuillade, con dos películas en 1914, hasta 'Noche y día (Knight and day), de James Mangold en 2010, han sido 18 largometrajes los rodados en el Real Alcázar. 'La vida de Cristóbal Colón' (1916, Gérard Bourgeois); 'Sangre y arena' (1916, Blasco Ibáñez. Película desaparecida); 'Currito de la Cruz' (1925, Alejandro Pérez Lugin); 'La mujer y el pelele' (1959, Mario Camus); '¿Dónde vas, Alfonso XII?' (1959, Luis César Amadori), 'Lawrence de Arabia' (1962, David Lean); 'Rojos' (1981, Warren Beatty); 'El Caballero Don Quijote' (2002, Manuel Gutiérrez Aragón) o 'Carmen' (2003, Vicente Aranda), son algunas de las obras en las que el Alcázar se convierte en protagonista.
'Juego de Tronos' puso al Alcázar en las pantallas de todo el mundo. HBO grabó en Sevilla la quinta y la sexta temporada. Pero no ha sido la única serie que ha usado el Palacio Real y todas sus dependencias. Televisión Española rodó 'Si las piedras hablaran' o 'Historia de España'. Otras series han sido llevadas a cabo por Antenne 2 de Francia para narrar la vida de Isabel la Católica o Carlos V. 'The White Princess', de la BBC; 'La Peste', de Movistar +; 'The Spanish Princess', también de la prestigiosa BBC; 'The Warrior Nun', de Netflix o 'Fernao Lopes', de la portuguesa.
Además del Palacio Mudéjar, otros rincones preferidos por las productoras son los Baños de María de Padilla, tanto el estanque central como los pasillos laterales; y por supuesto, los jardines, especialmente el Estanque de Mercurio, la galería de Grutesco, y los de los siglos XVI y XVII.
El agua azul
Precisamente, nombrar el Estanque de Mercurio en el Alcázar lleva a recordar el proyecto que nunca pudo llevar a cabo HBO. Quería teñir de azul el estanco, porque así aparece en las novelas de George R.R. Martin. Los técnicos de efectos especiales eran muy optimistas al respecto. Cuando vieron la profundidad del estanque y las carpas, inmediatamente renunciaron a la operación.
Nicolaj Coster-Waldau, el actor que interpretaba al famoso Jaime Lannister, tuvo que pagar para entrar al Alcázar a trabajar. En una de las pausas del rodaje se fue de tapas por el barrio de Santa Cruz. Dejó la armadura y vistió vaqueros y camiseta. A la vuelta, no encontraba el acceso reservado para los actores y al ver la cola de turistas de la Puerta del León, optó por unirse y comprar la entrada. Llegó tarde al rodaje. Nadie lo reconoció, ni turistas ni vigilantes o taquilleros. Al día siguiente pidió hacerse una foto con los taquilleros que le cobraron la entrada.
Dos semanas estuvo en la fachada este de la Puerta del Privilegio, en la hornacina superior en la que no hay ningún tipo de decoración, estaba el escudo del Reino de Dorne. No había llamado la atención de nadie.
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