El puente de la SE-40 en Sevilla lo hará un organismo público sin capacidad técnica

El Ministerio consultó a la Abogacía General del Estado la posibilidad de exceder del porcentaje máximo de subcontratación establecido por la ley en el 50% del presupuesto (6 millones), reconociendo que Ineco necesita ingenierías especializadas en viaductos atirantados «dada la envergadura del puente y su complejidad técnica», y a otras empresas que hagan campañas de prospección geológica «dadas las dimensiones y el número de cimentaciones». Es decir, que tanto para el proyecto de cimentación como del propio diseño del puente de la SE-40 -que a la postre son las labores principales del encargo del Ministerio- tendrá que subcontratar a privadas. Y esto, como admite el propio departamento de Óscar Puente, supone que el importe económico resulte «significativo».

La Abogacía General del Estado ha dado su informe favorable para exceder de ese porcentaje máximo del 50% establecido por la ley, que recoge una excepcionalidad: «Podrá superarse dicho porcentaje de contratación siempre que el encargo al medio propio (Ineco) se base en razones de seguridad, en la naturaleza de la prestación que requiera un mayor control en la ejecución de la misma, o en razones de urgencia que demanden una mayor celeridad en su ejecución».

Paradójicamente, se esgrimen «razones de urgencia» en un proyecto que lleva parado por la propia desidia de la Administración central 15 años, y además se le encarga a medios propios un proyecto para su mayor agilización pero con un plazo de ejecución superior en siete meses al que se determinó en 2021, cuando se presentó el anteproyecto que eligió el puente como la alternativa más favorable frente a los túneles. Entonces se anunció la redacción del documento en 12 meses y ahora serán 19. Es decir, que el proyecto final no estará listo hasta marzo de 2026, cuando podrá salir a licitación, paso previo para el comienzo de las obras en 2027, que durarían cuatro años. Se confirma así que el puente no estará para 2030 tal y como anunció el ministro.

El encargo a Ineco por parte del Ministerio contempla dos tareas principales. Por un lado, la redacción de dos proyectos de construcción: el primero, el enlace Dos Hermanas-El Copero hasta el puente; y, el segundo -que es el grueso de la actuación-, será el enlace entre El Copero y Coria del Río.

El puente tendrá las siguientes características: 1.758 metros de longitud, de los que 714 corresponden al viaducto de aproximación Este, 726 al tramo atirantado central y 218 al viaducto Oeste. El Ministerio señala que la luz del vano central (longitud entre los dos apoyos) será de unos 350 metros de longitud, lo que lo situará «en el quinto puesto de la lista de los puentes con mayor luz de nuestro país». Estará sólo por detrás del de la Constitución de 1812 en Cádiz, el denominado Ingeniero Carlos Fernández Casado en la Ruta de la Plata a su paso por León, el de Rande sobre la Ría de Vigo y del viaducto del Embalse de Alcántara en Cáceres. Tendrá un vano similar al puente sobre el Guadiana en Ayamonte.

Se destacan cinco condiciones obligatorias en el diseño final del proyecto: el gálibo del canal navegable del río será de 70,80 metros, las pilas del puente sobre el Guadalquivir estarán fuera del cauce, se hará un estudio de superficie limitadora para la operación en la base del Copero, se aprovechará el doble puente existente sobre el cauce del Guadaira y se dará solución de movilidad sostenible al Anillo Verde Metropolitano.

En este punto se destaca que «se dispondrá de un carril bici que comunica ambas márgenes del río Guadalquivir» y que dará continuidad a los «itinerarios peatonales y ciclistas» de ambas orillas. Así, en la margen izquierda, conectará al este con los carriles que discurren a ambos lados del río Guadaira, y hacia el oeste, discurriendo en la sombra del viaducto hasta el Guadalquivir. En la margen derecha del río, el carril bici desciende junto al ramal de enlace hasta la cota de terreno concluyendo a la altura del río Porzuna, donde conectaría con el que está planificado con el eje de la A-8050.

Por otra parte, la segunda tarea que encomienda transportes a Ineco es la supervisión dinámica extraordinaria por un equipo 'independiente', que será de la propia Dirección General de Carreteras (DGC). El Ministerio reconoce «la escasez de técnicos con los que actualmente cuenta la DGC», por lo que lo encarga a Ineco. No obstante, por la «complejidad técnica» del proyecto se contará con «asesores especialistas» de la DGC. Por ello, se subcontratará a estos la supervisión dinámica extraordinaria de los proyectos de construcción.

El presupuesto total del encargo del Gobierno central a su medio propio es de 11,979.130,25 euros, cuyo importe principal se abonará en 2025.