El proyecto que dibujó el Ministerio de Transportes para enterrar los túneles de la SE-40
La solución al paso del río es fundamental para cerrar la circunvalación
El Gobierno central tiene ya la evaluación ambiental del puente de la SE-40, pero guarda silencio
Recreación realizada por el Ministerio del corredor verde que tendrá el puente de la SE-40 si sale adelante
El Ministerio de Transportes y Movilidad presentó en Sevilla en 2022 el anteproyecto del puente como alternativa a los túneles que se construían para terminar la SE-40 y que el Gobierno paralizó resolviendo el contrato a pesar del sobrecoste que tuvo tal decisión. Algo más de 110 millones ... , los 80 que ya se habían empleado en la obra y otros 30 en la resolución de contratos y en el pago de una tuneladora, construida ex profeso, que no se llegó a estrenar y cuyo destino sin esos túneles solo puede ser la chatarra.
La efusividad con la que los técnicos ministeriales presentaron el puente como proyecto sostenible no era menor a las perspectivas de su pronta ejecución para terminar cuanto antes la SE-40 después de múltiples retrasos y a pesar de que queda pendiente más de la mitad de su trazado. La pretensión era poner en servicio toda la circunvalación en 2030. Para ello siempre que el dictamen ambiental fuera viable, tendría que licitar la redacción del proyecto y, ya autorizado, adjudicar las obras. Una vez terminado el trámite burocrático se daría un plazo de 50 meses para la ejecución. El compromiso era que los primeros coches que circulen por este tramo, que tendrá una altura de 70 metros sobre la lámina de agua y una distancia de cinco kilómetros, lo hagan en 2028.
A la par se han agilizado los tramos Espartinas (A-49) – Valencina – Salteras (A-66), del arco noroeste. La redacción del proyecto de ambos se ha licitado este año con una inversión prevista de 163 millones de euros. En concreto, el tramo Espartinas-Valencina está valorado en unos 61 millones, incluyendo el viaducto de 347 metro. Algo más caro (102 millones) es el de Valencina-Salteras que concluye en la A-66, donde se han construido y ha los ramales de conexión que le dan funcionalidad completa al tramo y que forman parte del enlace entre ambas autovías.
El arco norte se abordará acompasado con la conversión de la SE-20 en vía urbana, así como la ejecución de la inversión prevista en el resto de los proyectos de la SE-40, con licitaciones de estudios técnicos. Se trata de tres proyectos con una longitud de 20,7 kilómetros, que fueron redactados hace más de una década y que requieren de una nueva tramitación, reestructuración y actualización técnica. Todos ellos tendrán que ser sometidos a evaluación ambiental. Esto implicará, entre otros, actualizar el presupuesto de licitación de 2010, que alcanzaba los 295 millones de euros.
Estos últimos dos tramos que conectan Salteras-La Algaba-La Rinconada serán los últimos que se ejecuten, pero el anillo quedará abierto si la solución propuesta para salvar el río vuelve a ser un fiasco.
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