La muerte política del clan de Celis: de Pineda a Salazar pasando por Hernández
La familia política del vicepresidente del Congreso ha caído en desgracia por los recientes casos de corrupción y de machismo que han aflorado en el PSOE
Toscano colocó al cuñado del socialista Paco Salazar en el hipódromo de Dos Hermanas
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Iniciar sesiónEl sanchismo que resurgió en Sevilla en contraposición a la corriente tradicional del PSOE andaluz que lideraba Susana Díaz tuvo dos líderes: por un lado, en Dos Hermanas, el histórico alcalde Francisco Toscano. Por otro, en la capital, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis. La familia ... política que apadrinó a Pedro Sánchez en su asalto al poder en las primarias de 2017 y, un año después, al Gobierno de España, ha caído en desgracia. Ha implosionado por los recientes casos de corrupción que han envuelto al socialismo, y también de machismo, como ha ocurrido con Francisco Salazar. De aquel clan que, una vez retirado Toscano de la primera línea política, lideraba Celis, no quedan más que los rescoldos.
Se han dividido y ambos se acusan, en las esferas internas del partido, de propiciar la debacle de determinadas figuras. Ya ocurrió con el presunto amaño de las primarias andaluzas, en las que Espadas arrebató a Susana Díaz la Secretaría General, con más de 800 afiliaciones falsas. En aquel escándalo destapado por ABC el pasado mes de julio hubo imputaciones mutuas sobre un supuesto fuego amigo.
Aquello coincidió en tiempo y forma con el nombramiento frustrado de Paco Salazar como adjunto a la Secretaría de Organización del PSOE, justo en mitad del terremoto de Santos Cerdán. El día que se celebraba el comité federal del partido, alguien filtró a 'eldiario.es' la denuncia de dos compañeras de Salazar sobre presuntos abusos sexuales, que acabaron costándole la designación.
Las dos familias del sanchismo en Sevilla se han roto por la mitad con los casos de Pineda, Salazar... y el amaño de las primarias de Espadas
Salazar fue enchufado años antes por Toscano en el Ayuntamiento de Dos Hermanas y pesa sobre su contratación una investigación abierta de la UCO, tras una denuncia de Vox en la que se asegura que el hasta ahora asesor de Pedro Sánchez cobraba del Consistorio mientras trabajaba para Ferraz. Aquella colocación, que coincide también con la de su cuñado en el hipódromo de Dos Hermanas, ha ido en paralelo con la explosión definitiva de las denuncias por comporamientos misóginos.
Ferraz no fue diligente en la tramitación de las reclamaciones por acoso, toda vez que la estructura interna que debía investigarlas prácticamente la creó Salazar. Es por ello por lo que Sánchez encontró una salida honrosa para uno de sus principales fontaneros: lo contrató como asesor de forma externa. Y es ahora, cuando ha trascendido el contenido de las denuncias de las dos militantes presuntamente acosadas por el que fuera también alcalde de Montellano, cuando se han tomado medidas correctoras.
Con Salazar caído, el otro cortafuegos ha sido su principal mano derecha: Antonio Hernández. Otro histórico del PSOE sevillano que, siempre desde la segunda fila, estuvo vinculado junto con su hermana Nieves al gobierno de Sánchez Monteseirín. Fuera ya del ejecutivo municipal del que fue asesor de análisis de datos y encuestas, y antes de ascender en el escalafón del partido hasta lograr ser director del departamento de Coordinación Política del gabinete de la Presidencia del Gobierno, Hernández creó una consultora junto con los socios políticos de Gómez de Celis en Sevilla.
Entre ellos estaba Rafael Pineda, su «compadre» como él mismo define la relación. Pineda, en aquel gobierno de Monteseirín, fue la vía de entrada de las parejas de algunos de aquellos socios políticos en el Ayuntamiento. Y Celis, cuando fue nombrado por Sánchez delegado del Gobierno en Andalucía, se llevó a Pineda a la Plaza de España como su jefe de gabinete. Cargo que revalidó con los sucesivos delegados que sustituyeron a Celis cuando fue designado vicepresidente del Congreso, por la presión que éste ejerció.
Hoy, Pineda es otro de los caídos del clan, después de que la UCO haya destapado un pelotazo urbanístico que dio junto a su mujer con una parcela municipal, a la que accedió presuntamente gracias a sus contactos en el gobierno de Juan Espadas. Aquella concesión le acabó generando cuantiosos beneficios ya que el matrimonio, junto a otros socios, la compró a un bajo precio. Al tenerla alquilada, su venta quedó hipotecada en el mercado inmobiliario. Al final, la vendió cinco meses después por más del doble.
De todos aquellos hombres de Celis, sólo queda un superviviente en las altas esferas del PSOE: él mismo.
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