Adriano, sensible al paso de los siglos, detecta una nueva era en la gestión de la seguridad de las grandes celebraciones como la de la Semana, en la que los móviles serán claves para el control de masas. Cuánto ha cambiado esa Sevilla que sabía ... moverse en las bullas a esta de la ciberseguridad. Este es su comentario:
«Los tiempos cambian. Ya no hay silleros en la Avenida. Ahora los negocios chinos gestionan más sillas que el Consejo de Cofradías. Y en el cielo de los precios se alquilan balcones para los turistas. Cada año hay que dar un paso más en la seguridad de la Semana Santa. Porque ya resulta tan entrañable como incierto eso de que los sevillanos sabemos movernos en las bullas. Habría antes que calcular el índice de sevillanos por bulla para asegurar esa ecuación. En este nuevo mundo hiperconectado, el móvil se ha convertido en un instrumento de control de masas. Ante esta cofradía del gran hermano sólo nos queda la resignación de estar controlados pero seguros. Al menos habrá menos vallas. Paciencia hermano».
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